El análisis del primer cuatrimestre del año revela un desempeño positivo del sistema financiero en términos de crecimiento de las utilidades, expansión del crédito y aumento en la captación de depósitos. No obstante, si bien la tendencia general continúa siendo favorable, se evidencia una desaceleración en el ritmo de crecimiento de varios de estos indicadores durante los últimos meses, lo que podría estar asociado a factores macroeconómicos y estacionales.
En cuanto a la calidad de la cartera, la tasa de morosidad registró un leve repunte, alcanzando el 2,48% del total de créditos otorgados. En términos absolutos, esto equivale a un volumen aproximado de USD 554 millones en préstamos en situación de incumplimiento.
El desglose por destino de los créditos morosos muestra que los préstamos de consumo concentran la mayor proporción de la cartera en mora, seguidos por los créditos destinados a servicios personales y al comercio minorista. Estos sectores suelen estar más expuestos a condiciones adversas del entorno económico y presentan, en general, perfiles de mayor riesgo crediticio.
Por otro lado, si bien el presente informe no incluye datos específicos sobre las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), otros reportes sectoriales advierten que este grupo representa una categoría de mayor vulnerabilidad en términos de riesgo crediticio, debido a su menor capacidad de absorción de shocks y a un acceso más limitado a herramientas de gestión financiera.
En contraste, el sector agrícola presenta el menor nivel de morosidad dentro del sistema financiero. Sin embargo, este comportamiento favorable debe analizarse con cautela, ya que se encuentra influenciado por la aplicación de medidas transitorias adoptadas por la banca matriz.
En efecto, el regulador emitió una resolución que establece mecanismos extraordinarios para mitigar los efectos adversos de la sequía sobre la actividad agropecuaria. Estas medidas incluyen flexibilizaciones en los criterios de clasificación crediticia y facilidades para la reestructuración o refinanciación de deudas, lo cual ha contribuido a evitar un deterioro más pronunciado en la cartera de créditos del sector y a mantener niveles bajos de morosidad en el corto plazo.
Vale mencionar que la morosidad puede estar influenciada por varios factores, entre ellos, la dinámica del empleo, las tasas de interés, el crecimiento económico y la inflación.
Sin embargo, hasta el momento se observa que la actividad económica se mantiene creciendo de manera estable, al igual que el empleo, mientras que la inflación si podría ser un factor a tener en cuenta puesto que los precios de la canasta se incrementaron significativamente en los últimos doce meses.