Oferta matinal: Confusión comercial y alivio del rendimiento a largo plazo
Los mercados globales mostraron signos de recuperación tras las tensiones provocadas por anuncios erráticos sobre aranceles por parte del presidente de EE.UU., Donald Trump. El aplazamiento hasta julio de los posibles aranceles del 50% sobre bienes de la Unión Europea ayudó a aliviar parcialmente la volatilidad, especialmente en los tramos largos del mercado de bonos soberanos.
Los rendimientos de los bonos a 30 años de Japón y Reino Unido retrocedieron tras alcanzar máximos recientes, reflejando una mejor percepción de riesgo. En EE.UU., los rendimientos de bonos a largo plazo también cayeron por debajo del 5%. Esta corrección coincide con declaraciones de bancos centrales como el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra, que evalúan reducir la emisión de deuda a largo plazo ante la disminución de la demanda institucional.
El dólar estadounidense permaneció bajo presión y se encaminó a su primera caída semanal en cinco semanas frente a otras monedas importantes, mientras los inversores priorizan preocupaciones fiscales a largo plazo sobre el creciente déficit que podría incrementarse en USD 3,8 billones por el nuevo plan de gasto y recorte de impuestos de Trump.
El FMI alertó sobre el creciente riesgo sistémico en los mercados de deuda soberana global, dado que los bancos no están aumentando sus tenencias de deuda al ritmo de la emisión de los gobiernos. Esto genera una creciente dependencia en los inversionistas privados, especialmente en contextos de alta incertidumbre como el actual.
Las acciones suben mientras los mercados sopesan las políticas arancelarias de Trump; la rentabilidad de los bonos a largo plazo cae
El martes 27 de mayo, los mercados globales mostraron un repunte generalizado impulsado por una pausa en la amenaza arancelaria de EE.UU. hacia la Unión Europea. Tras una llamada entre el presidente Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, se postergó hasta el 9 de julio la imposición de aranceles del 50% sobre bienes europeos, lo que brindó cierto alivio a los mercados financieros.
Las acciones europeas subieron un 0,4%, lideradas por el sector defensa, mientras que el índice FTSE del Reino Unido aumentó un 1% tras el feriado del lunes. En Wall Street, los futuros también anticipaban ganancias sólidas luego del feriado por el Memorial Day.
En el mercado de bonos, los rendimientos de los bonos a 30 años de EE.UU. cayeron 8 puntos básicos a 4,95%, marcando su mayor baja diaria desde mediados de abril. Esta tendencia reflejó movimientos similares en Japón, donde los rendimientos a 30 años cayeron 20 puntos básicos luego de conocerse que Tokio consideraría reducir la emisión de deuda superlarga, lo que alivió las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
El dólar se fortaleció 0,4% frente a una cesta de monedas, aunque mantiene una tendencia bajista mensual que podría marcar su quinta caída consecutiva, la racha más larga desde 2017. Pese al leve avance, persisten dudas sobre el futuro del dólar como activo refugio, dado el contexto de políticas erráticas, déficits gemelos y creciente endeudamiento externo.
El euro retrocedió 0,3% pero se mantiene cerca de máximos de un mes, mientras el yen japonés se depreció a 143,71 por dólar. En tanto, los precios del oro, que habían alcanzado récords este año como refugio ante la incertidumbre, cayeron 1% a USD 3.307,69 por onza debido al fortalecimiento del dólar.
Los inversores están atentos al informe de ganancias de Nvidia, clave para el sector tecnológico, y a los discursos de funcionarios de la Reserva Federal esta semana, además de los datos del índice PCE, referencia clave de inflación para el banco central estadounidense.
Por último, los precios del petróleo se mantuvieron estables, con expectativas de que OPEC+ anuncie un aumento de producción. El Brent cayó 0,4% a USD 64,50 y el WTI a USD 61,26 por barril.
El euro podría convertirse en la alternativa al dólar, según Lagarde
La presidente del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, afirmó que el euro podría convertirse en una alternativa viable al dólar si la Unión Europea logra fortalecer su arquitectura financiera y de seguridad. Señaló que, aunque el rol global del dólar ha ido disminuyendo —representando actualmente el 58% de las reservas internacionales, el nivel más bajo en décadas— el euro permanece estancado en torno al 20%, sin lograr captar mayor participación debido a la falta de avances en la integración económica del bloque. Lagarde destacó que la desconfianza generada por la política económica errática de Estados Unidos ha llevado a muchos inversores globales a reducir su exposición al dólar, optando en cambio por refugiarse en activos como el oro, sin ver en el euro una alternativa directa.
Para revertir esta situación, propuso una serie de reformas estructurales en la zona euro: profundizar los mercados de capitales, fortalecer la base legal del bloque, emitir activos seguros comunes y aumentar la capacidad de defensa de Europa como respaldo a sus alianzas. Subrayó que los inversores también buscan garantías geopolíticas y que la influencia internacional del euro dependerá de la fiabilidad de Europa como socio estratégico. Además, recomendó impulsar el uso del euro como moneda de facturación en el comercio internacional a través de nuevos acuerdos comerciales, pagos transfronterizos más ágiles y convenios de liquidez con otros bancos centrales.
Lagarde reconoció que el financiamiento conjunto sigue siendo un tema sensible, sobre todo para países como Alemania, reacios a asumir riesgos fiscales compartidos. Sin embargo, aseguró que avanzar en estas reformas generaría importantes beneficios: mayor entrada de inversiones, menor costo de financiamiento interno, mayor protección frente a las fluctuaciones cambiarias y una mayor resiliencia frente a sanciones externas.
Fuente de las noticias internacionales: Reuters