Medellín (Colombia), 13 mar (EFE).- Más de un centenar de personas se reunió este lunes en Medellín para rechazar con arengas y camisetas blancas la violencia desatada en los departamentos colombianos de Antioquia y Córdoba por un paro de minero instigado, según las autoridades, por el Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia.
«No están solos, no están solos», fue el canto que copó la Plaza de la Libertad, donde se llevó a cabo una «concentración solidaria» para enviar mensajes de aliento a las más de 250.000 personas confinadas en 16 municipios del noroeste colombiano.
Ondeando la bandera de Antioquia, los asistentes pidieron a través de numerosos carteles «respeto a la misión médica», «tranquilidad y paz», y denunciaron que en las subregiones del Bajo Cauca y nordeste, donde habita el caos desde hace 12 días, «los niños quieren salir a jugar y no los dejan».
«Somos la voz de aquellos a los que nos les permiten hablar, flagelados por la violencia, por grupos al margen de la ley, somos la voz de un pueblo que clama», expresó a EFE Didier Alexánder Villegas, un espontáneo que se unió a la concentración para expresar a las comunidades afectadas por bloqueos, quemas y hostigamientos un mensaje de «fortaleza, fe y esperanza».
TAMBIÉN EN BOGOTÁ
La movilización convocada por la Gobernación de Antioquia también tuvo desarrollo en el barrio La Merced en Bogotá, otro punto para manifestarse por los ataques a poblaciones y a la fuerza pública, además de la quema de ambulancias, un peaje y varios camiones, entre otros actos de vandalismo.
El gobernador Aníbal Gaviria señaló en su intervención que una de las consignas de la concentración fue enviar un «abrazo solidario» a las comunidades afectadas y reiterarles que «no están solos», a pesar de los bloqueos y de las amenazas.
Lamentó que estén atravesando por una situación «angustiosa» y «dolorosa» al llevar «más de 12 días confinados, encerrados, secuestrados por las amenazas, la violencia y la extorsión».
Gaviria también pidió no estigmatizar a la minería, al considerarla «columna vertebral» de la historia y tradición de Antioquia, y remarcó que su Gobierno quieren avanzar hacia «una minería formalizada, que no destruya el medio ambiente y que no contamine con mercurio».
Los mineros protestan desde el 2 de marzo contra las operaciones del Ejército y la Policía contra la minería ilegal en la zona pero, según las autoridades, detrás de esa movilización está el Clan del Golfo que se lucra de la explotación de minerales en distintas partes del país.
SIN SOLUCIÓN A LA VISTA
Durante el paro minero hubo alteraciones al orden público, bloqueos, ataques a misiones médicas y otros hechos violentos alimentados por el Clan del Golfo.
Pese a los intentos de diálogo del Gobierno con los mineros, el fin de semana fueron quemadas dos ambulancias luego de que se suspendieran las negociaciones.
Por otro lado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró este lunes que el Clan del Golfo, que rompió en las últimas horas el cese el fuego bilateral, no fue capaz de dar un paso hacia el sometimiento colectivo a la Justicia propuesto por su Gobierno como parte de la política de paz total.
«El Clan del Golfo no fue capaz de dar el paso hacia un sometimiento colectivo a la Justicia que se estaba preparando jurídicamente, parece privilegiar más sus negocios y mantenerse en esos negocios y obviamente por ahí no hay una posibilidad de negociación», dijo el jefe de Estado en el programa radial Colombia Hoy, de la Presidencia.
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), como también se conoce al Clan del Golfo, expresaron la semana pasada que contrataron abogados de cara a «acercamientos» con el Gobierno colombiano con miras a una posible negociación.