La Paz, 14 ago (EFE).- El Banco Central de Bolivia prevé que la economía del país caiga este año un 6,2 %, como consecuencia de una crisis global por la pandemia de la COVID-19.
El presidente interino de la entidad, Guillermo Aponte, destacó este dato en la presentación este viernes del informe Informe de Política Monetaria de julio de 2020.
«La proyección revisada del crecimiento es de una contracción aproximada de 6,2 %, en un rango sesgado también a la baja», dijo Aponte, citado en un comunicado de la entidad.
La inflación prevista es del 1,7 % al final del año, con «un rango ligeramente sesgado a la baja entre un 0,9 y un 2,3», señaló.
La actual crisis por la pandemia «no tiene precedentes», según el presidente interino, y sus «efectos recesivos podrían ser los mayores en la historia».
«Las perspectivas sobre la evolución de la economía global y regional no son alentadoras», advirtió, y «se espera que América del Sur, donde se localizan los principales socios comerciales de Bolivia, sea la región más afectada por la pandemia y con la caída de actividad más pronunciada y persistente».
Ya en el primer trimestre de este año la economía boliviana experimentó su menor crecimiento en casi dos décadas, de solo el 0,6 por ciento, el más bajo en este periodo en el país desde 2001, cuando fue del 0 %.
Organismos internacionales como el Banco Mundial han observado que la economía boliviana puede este año caer hasta el 5,9 %.
El país lleva desde finales marzo en cuarentena para combatir la pandemia de la COVID-19, con serias restricciones que afectan a la actividad económica, aunque se ha ido flexibilizando por fases en distintas regiones y municipios en un intento para reactivar la economía.