Asunción, 22 mar (EFE).- El expresidente paraguayo Horacio Cartes (2013-2018), sancionado financieramente por EE.UU. por presuntos actos de corrupción, confesó este miércoles que «no es fácil» el momento que atraviesa y pidió a sus seguidores que no suelten su mano.
En un acto político de apoyo, Cartes, quien fue elegido en diciembre pasado presidente del gobernante Partido Colorado, se refirió a su situación actual, sin hacer alusión específica a los señalamientos de Estados Unidos.
«Realmente no es fácil pasar los momentos que estoy pasando», afirmó el exmandatario, cuyas palabras fueron respondidas con aplausos por los asistentes al evento celebrado en la noche del martes y que fue recogido este miércoles por medios locales.
«No tengo dudas y no me larguen la mano», agregó el expresidente, quien destacó que «para eso hay que tener la conciencia tranquila».
En julio del año pasado, el Departamento de Estado de EE.UU. incluyó a Cartes en su lista de corruptos y denegó su ingreso y el de sus familiares cercanos a ese país.
El pasado 26 de enero, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro sancionó económicamente al exgobernante, con lo cual quedaron congelados sus activos financieros en EE.UU. y se le prohibió hacer transacciones con ciudadanos de ese país.
Tras las sanciones, el exmandatario decidió en febrero pasado «apartarse por completo» de toda participación accionarial y dejar de ser beneficiario final del Grupo Cartes, del que es fundador, además, traspasó sus acciones a sus hijos y a su hermana, María Sarah Cartes.
La más reciente transacción fue la compra por parte del Banco GNB Paraguay de las acciones del Grupo Cartes en las empresas Bebidas del Paraguay, Distribuidora del Paraguay y Enex Paraguay, con lo que esa entidad pasó a ser socia en el país del conglomerado chileno Luksic.
