Quito, 29 mar (EFE).- Ecuador y Estados Unidos convinieron este miércoles en reafirmar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas su rechazo a la guerra de Rusia en Ucrania y en encontrar una propuesta a la situación de Haití, así como impulsar con urgencia la agenda de mujer, paz y seguridad.
En esos términos se centró la visita a Quito de la representante de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, que este miércoles inició una gira de tres días que le llevará por Ecuador y Costa Rica.
Thomas-Greenfield se reunió con el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, y con el ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Juan Carlos Holguín, para tratar prioridades comunes dentro del Consejo de Seguridad, donde Ecuador será miembro no permanente en el periodo 2023-2024.
La embajadora estadounidense destacó que Ecuador tiene la responsabilidad de representar a Latinoamérica y el Caribe en el Consejo.
«Agradecemos profundamente el compromiso de Ecuador para mantener a Ucrania en la agenda del Consejo. Debemos hacer todo lo que esté en nuestro poder para acabar con la guerra injustificada contra Ucrania», dijo Thomas-Greenfield.
La representante enfatizó que el conflicto bélico «vuela por encima de la carta de las Naciones Unidas con implicaciones graves para la paz y seguridad global».
SOLUCIONES PARA HAITÍ
Por su parte, Holguín indicó que, en la última Cumbre Iberoamericana, Ecuador recibió el mandato de liderar una solución a la situación de Haití, donde existe una gran amenaza a la seguridad por parte de estructurales criminales.
En la reunión también se conversó sobre la prevención de conflictos, la inseguridad alimentaria, la ayuda humanitaria a Ucrania, el lanzamiento de misiles balísticos por parte de Corea del Norte y la situación en Siria.
Holguín anticipó que Ecuador presidirá el Consejo de Seguridad en diciembre y aprovechará esa ocasión para impulsar resoluciones contra las estructuras criminales trasnacionales, «especialmente aquellas que están afectando a la región en narcotráfico, tráfico ilegal de migrantes y minería ilegal».
APOYO A MIGRANTES VENEZOLANOS
En la mañana, Thomas-Greenfield realizó una visita al albergue San Juan de Dios, un espacio de acogida para migrantes y refugiados venezolanos que recibe asistencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La embajadora estadounidense ratificó que continuará el apoyo del Gobierno de su país a los migrantes y refugiados venezolanos, así como a sus comunidades de acogida.
En ese sentido, señaló que desde el inicio de la crisis migratoria, Estados Unidos ha contribuido con 356 millones de dólares para ayuda humanitaria a migrantes y refugiados de Venezuela y a refugiados de Colombia.
«Lo que vi hoy aquí es muy impresionante y debería ser un ejemplo para el resto del mundo de cómo tratar gente vulnerable y con necesidad, cómo mostrar compasión y hospitalidad», concluyó Thomas-Greenfield tras visitar el albergue San Juan de Dios.
En este albergue se acoge a 150 personas, de las que el 95 % son migrantes, mientras que da de comer cada día a 250 personas. E