Sao Paulo, 1 may (EFE).- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro celebró este Primero de Mayo con críticas al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva por retomar la creación de reservas indígenas y guiños al agronegocio, en su primera agenda pública desde que volvió de Estados Unidos el pasado 30 de marzo.
Bolsonaro participó este lunes en la apertura de Agrishow, la mayor feria de tecnología agrícola de América Latina, en la ciudad de Ribeirao Preto, junto a algunos de sus antiguos ministros, entre ellos Tarcísio de Freitas, actual gobernador de Sao Paulo.
El líder ultraderechista pronunció un breve discurso en el que afirmó que la industria agropecuaria «necesita políticos» que no pongan trabas al sector, y puso como ejemplo los cuatro años que estuvo al frente de la Presidencia de Brasil (2019-2022).
También arremetió contra Lula, su sucesor en la jefatura del Estado, al que se refirió como el «ciudadano que está en el Palacio» de Planalto, por su política para proteger las comunidades indígenas del país frente a invasores, mineros y madereros clandestinos.
El actual mandatario retomó el pasado viernes la creación de tierras indígenas, paralizado desde 2019 por decisión de Bolsonaro, con el reconocimiento de seis nuevas reservas en los estados de Acre, Alagoas, Amazonas, Ceará, Goiás y Río Grande do Sul.
Bolsonaro aseguró, sin embargo, que «hay 400 peticiones de demarcaciones de tierras indígenas y por lo menos 3.500» de comunidades quilombolas, habitadas por descendientes de esclavos negros, y que su reconocimiento puede poner en riesgo la actividad agropecuaria.
«Y ese tipo (por Lula) dijo que haría todo lo posible por satisfacer los deseos de esas comunidades. Si cumple el 10 %, ¿a dónde irá a parar nuestro agro? Ruego a Dios que esto no ocurra», afirmó el capitán retirado del Ejército, en declaraciones recogidas por el diario ‘Folha de Sao Paulo’.
Esta ha sido la primera vez que Bolsonaro ha salido de Brasilia para participar en un acto público desde que regresó a Brasil, después de pasar tres meses en EE.UU., adonde viajó dos días antes de terminar su mandato para no participar en la investidura de Lula el 1 de enero.
En este último mes tan solo acudió a un acto en la sede de su plataforma política, el Partido Liberal (PL), y prestó declaración ante la Policía en dos ocasiones en el marco de dos investigaciones abiertas en su contra.
En una de ellas se le investiga por supuestamente haber incentivado el intento de golpe de Estado del pasado 8 de enero, cuando miles de bolsonaristas asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en un intento por derrocar a Lula.
Lula conmemoró el Primero de Mayo en la ciudad de Sao Paulo junto a los principales sindicatos del país, a los que prometió seguir subiendo el salario mínimo por encima de la tasa de inflación, alcanzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, y eximir del pago del impuesto de la renta a los trabajadores con menores ingresos.