Buenos Aires, 22 jun (EFE).- Argentina activó el «proceso de pago» de 1.900 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), que corresponden a un nuevo vencimiento por el préstamo de 44.000 millones de dólares otorgado al país en 2018, que fue refinanciado hace un año y que el actual Ejecutivo renegocia de nuevo.
Según confirmaron a EFE fuentes del Ministerio de Economía del Gobierno de Alberto Fernández, esta semana el país debe enfrentar pagos por un total de 2.700 millones de dólares, de los que ya «se activó» el «proceso de pago» de 1.900 millones, que se hará efectivo «en las próximas horas».
Mientras, las autoridades argentinas, encabezadas por el ministro Sergio Massa, ultiman las negociaciones para redefinir el acuerdo de facilidades extendidas firmado en marzo de 2022, mediante el que se refinanció el crédito de 2018, cerrado bajo el entonces Gobierno del liberal Mauricio Macri (2015-2019).
«Las conversaciones siguen abiertas y se sigue avanzando», agregaron las fuentes.
El año pasado, el Ejecutivo de Fernández vio necesario renegociar el crédito otorgado en 2018 al considerar que Argentina no estaba en condiciones de para afrontar esa deuda.
Según se estableció en ese segundo acuerdo, el FMI otorga -tras revisiones trimestrales de la economía con exigentes metas fiscales- desembolsos para que el país pueda pagar en tiempo y forma el crédito original.
Pero Argentina, que arrastra grandes desequilibrios fiscales y de escasez de dólares agudizados en los últimos meses por una fuerte sequía que impacta en el sector agropecuario, afronta de nuevo problemas para cumplir con las metas exigidas por el FMI.
Para afrontar los nuevos vencimientos, el Gobierno contaba con tener 4.200 millones de dólares que se preveían llegarían del organismo tras la última revisión trimestral, pero ese desembolso aún no se hizo efectivo.
Es por eso que el Ejecutivo avanza en las negociaciones que permitirían redefinir el programa con el FMI.
«Actualmente se están llevando a cabo discusiones. Están siendo constructivas», dijo en mayo la portavoz del FMI, Julie Kozack.
«Hemos estado trabajando de cerca con las autoridades argentinas para abordar una situación muy desafiante y compleja», agregó entonces Kozack, que reconoció el contexto «de difícil situación económica» que vive el país, «agravada por la sequía histórica que enfrenta Argentina».
