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22 de noviembre de 2024

Los bolivianos proclaman su amor por los escarabajos de VW con una caravana en La Paz

La Paz, 24 jun (EFE).- Beetle, escarabajo, vocho, peta, el nombre fue lo último que importó en la caravana de estos emblemáticos vehículos de la firma Volkswagen con la que decenas de sus propietarios en La Paz se sumaron este sábado a las conmemoraciones mundiales por el aniversario de su creación.

El Día Mundial del Escarabajo se celebra cada 22 de junio recordando a la firma del contrato entre Ferdinand Porsche y el Gobierno de la Alemania Nazi en 1934, para fabricar un coche popular y de bajo consumo de combustible.

Como este año la conmemoración «cayó en media semana», los clubes de propietarios de petas, como se llama en Bolivia al icónico escarabajo de Volkswagen, decidieron trasladar su actividad al sábado, explicó a EFE el presidente del club «Haciendo Huellas», José Luis Escalante.

Al menos cinco clubes de La Paz y la ciudad vecina de El Alto participaron en la actividad, unidos todos por «la pasión» por estos carros, aseguró Escalante.

Escarabajos verdes, amarillos, rojos, blancos y azules llegaron desde temprano hasta la avenida Montes, en el centro histórico de La Paz, para iniciar desde allí un recorrido que los llevó por las principales avenidas y puentes de la ciudad, para terminar en el sur.

En algunos tramos el avance fue complicado, pues las petas tuvieron que abrirse campo en medio del caótico transporte público paceño, pero los participantes en la caravana no perdieron el entusiasmo e incluso hicieron sonar el claxon de sus coches.

Algunos transeúntes reaccionaron con sorpresa al ver tantos escarabajos juntos, pues cada vez son menos comunes en La Paz, sobre todo desde que cesó su producción primero en Brasil y luego en México.

Lo que no ha significado que la gente que gusta de estos vehículos en Bolivia deje de apasionarse por ellos, de tenerlos siempre a punto y tratarlos incluso como si fueran un miembro más de la familia.

MODELO EMBLEMÁTICO

Escalante tiene dos petas, Herbie, que se quedó en casa a falta de conductor, y Bumblebee, su nueva adquisición, un escarabajo alemán de color amarillo de 1966 que compró hace unos cinco meses y que el hombre se ha propuesto mejorar poco a poco.

«Son autos muy leales (…) Son únicos, son motores enfriados a aire. Es un vehículo que se hace querer», destacó.

Otro integrante de «Haciendo Huellas», Rodolfo Izurieta, aseguró a EFE que los propietarios de los escarabajos están unidos por «el amor a este vehículo que se ha convertido en parte de la familia».

«Al menos el 99 % de las personas que pertenecemos a clubes tenemos ese sentimiento de que el vehículo no solamente sea de transporte de la familia, sino que se convierta en parte de la familia», manifestó.

Izurieta es propietario desde hace 22 años de un escarabajo rojo de 1975, que define como «clásico contemporáneo» porque le hizo algunos cambios, como los asientos, y es compañero de viajes de su familia.

El hombre destaca la «nobleza» de estos vehículos, pues las veces que han viajado y tuvieron inconvenientes en la carretera, siempre pudieron solucionarlos.

«Siempre llega a destino, siempre hay un mecánico que nos puede echar una mano si es que nosotros no podemos solucionar, pero siempre llegamos a destino», resaltó.

El mantenimiento de un escarabajo en Bolivia no es cosa fácil, pero tampoco es imposible.

Escalante comentó que para las petas hechas en Brasil todavía es posible encontrar algunos repuestos en el país y en su caso, para el vehículo alemán, se hace necesario traer repuestos desde México.

Según Izurieta, como se trata de un modelo icónico, otras industrias han optado por crear repuestos para estos vehículos, aunque no es lo mismo, por lo que muchos prefieren buscar piezas originales a medio uso.

Gina Baldivieso

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