Buenos Aires, 7 jul (EFE).- El ministro de Economía y precandidato presidencial argentino, Sergio Massa, anunció este viernes que a las 17.30 hora local (20.30 GMT) se levanta la huelga de transporte que ha afectado durante toda la jornada al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y seis provincias del país, para continuar negociando con las partes el lunes próximo.
«Queremos que todo sea fruto del consenso y del diálogo y no de la extorsión», afirmó Massa, en un video difundido por sus portavoces, en la cabeza de una mesa a la que estaban sentados el ministro de Transporte, Diego Giuliano; la ministra de Trabajo, Raquel Kismer de Olmos, dirigentes sindicales y empresarios del sector.
Massa afirmó que en la negociación de hoy se firmó el acta paritaria para reconocer el salario actualizado a los trabajadores de los buses, que se había acordado en su momento entre las carteras de Transporte y de Trabajo, sin la intervención privada, y que desató el conflicto.
Las empresas no reconocieron el aumento de sueldos y alegaron que el dinero transferido por el Estado no era suficiente para hacer frente a esos incrementos salariales, entonces los empleados iniciaron una «retención de tareas», según denominó la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que paralizó gran parte del país.
La medida de fuerza afectó a 4 millones de usuarios, según dijo Massa.
Massa anunció que desde el lunes próximo se armará una mesa de trabajo con los empresarios para «buscar soluciones a los problemas que tienen las empresas» de transporte, como el costo de importación de la renovación de cubiertas, el costo de los combustibles y la carga impositiva.
«Nunca más la gente como rehén por un conflicto de plata entre empresas y Estado», pidió Massa, en campaña electoral por el oficialismo para las presidenciales de este año.
El sistema de transporte público de pasajeros funciona porque el Estado solventa en un 85 % los costos de las empresas con un sistema de transferencia de subsidios públicos y el resto con lo que pagan los pasajeros, en un país donde la inflación es superior al 114 % anual.
La medida de fuerza afectó a la capital del país y su periferia en el conurbano bonaerense, la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) y las provincias de Corrientes (noreste), Entre Ríos (noreste), Santa Fe (noreste), Formosa (norte), Misiones (norte) y Tucumán (noroeste).
Antes de la reunión, Massa había tratado a los empresarios de “parásitos del Estado que pretenden extorsionar” en busca de “rentabilidad” de sus ganancias, pero en una rueda de prensa posterior al levantamiento del paro, las partes bajaron el tono.