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22 de noviembre de 2024

Argentina, un «muy buen lugar en el mundo» para José Sacristán

Buenos Aires, 14 jul (EFE).- El actor español José Sacristán reafirmó este viernes su amor por Argentina, país al que definió como «un muy buen lugar en el mundo» para él, en un guiño a la inolvidable película de 1992, dirigida por Adolfo Aristarain y que interpretó juntó a Federico Luppi, Cecilia Roth y Leonor Benedetto.

El actor de 85 años se encuentra en Buenos Aires, donde, desde este sábado y hasta el 30 de julio, interpretará «Señora de rojo con fondo gris», obra con la que lleva varios años de gira en España y que está basada en la novela homónima de Miguel Delibes, al que, además de recordar como «amigo», calificó de «maestro».

Durante una rueda de prensa ofrecida en el Teatro San Martín, junto a Gabriela Ricardes, directora del espacio, y a Enrique Avogadro, ministro de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Sacristán reconoció el «punto de emoción» que le provoca llegar a la capital argentina, en la que vivió durante la década de 1990, cuando estaba casado con Benedetto, y «en la que ha trabajado en numerosas ocasiones».

«Son muchos años y muchos acontecimientos en lo profesional y en lo personal, y no puedo sino celebrar y agradecer porque es muy importante para mí saber que tengo en la Argentina un muy buen lugar en el mundo», comentó el actor de «Asignatura pendiente» (1977), «La colmena» (1982) y «El muerto y ser feliz» (2012), entre las más de 100 películas de sus 70 años de carrera.

El también director expresó su «admiración, cariño, respeto e, incluso, envidia» por la «cordialidad» y el «afecto» que «la sociedad civil tiene para con el mundo de la cultura y el espectáculo» en el país suramericano.

«Ya me gustaría que se reprodujera en el mío», se lamentó y recordó la «inquebrantable fidelidad» que el público argentino tiene hacia la cultura, «pese a las dificultades».

SU PROYECTO «MÁS PERSONAL»

Tras varios años interpretando en España «Señora de rojo sobre fondo gris», Sacristán consideró que el cierre de esta obra, basada en la obra autobiográfica de Delibes, homenaje a la mujer de su vida y madre de siete de sus hijos, Ángeles de Castro, fallecida a los 48 años, debía ser en Argentina.

Esta dramaturgia, desarrollada por el propio Sacristán, el productor (ya fallecido) José Sámano e Inés Camiña, tiene lugar en el verano y otoño de 1975, cuando el protagonista pierde de manera prematura a su joven compañera debido a una enfermedad.

El actor español dijo que este era «el proyecto más personal» de su carrera, tanto por su amistad con el escritor castellano (1920-2010) como por los charlas mantenidas entre ambos sobre «las ausencias, la muerte, el dolor, la forma de transitar por ciertas circunstancias».

En su opinión, el autor de «Los santos inocentes» o «Las ratas» alcanza con «sencillez» y «alturas líricas formidables» un gran «conocimiento del alma humana», por lo que el personaje de esta obra-monólogo le proporciona «una riqueza admirable».

El protagonista de «Solos en la madrugada»(1978) o «Roma»(2004) incluyó a los españoles Delibes, Antonio Machado y José Luis Sampedro y al argentino Ernesto Sábato en un grupo de autores que «no solamente han desarrollado una obra literaria sino que han sido unos ejemplos de ética y referentes morales incuestionables».

A punto de cumplir 86 años, Sacristán llevará esta obra de gira por varias provincias argentinas y cruzará a Uruguay para poner el broche final en septiembre en el Teatro Astros, de Buenos Aires.

Con el mismo espíritu que tenía cuando era niño y usaba plumas de gallina sobre la cabeza para interpretar a un indio ante su abuela, confesó que, aún hoy, actúa ante una cámara o sobre un escenario con «la profunda seriedad del juego» y que, por eso, no admite «ningún trance» de trabajo en el que no disfrute.

Y, reflejando una vez más su amor por Argentina, esta vez con una pizca de humor, resumió que su visita se justifica por el consumo de radicheta, un tipo de escarola de uso habitual en Argentina y que, dijo, no ha logrado hacer crecer en España, por lo que tuvo que regresar a este «muy buen lugar en el mundo».

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