Asunción, 25 sep (EFE).- El presidente de Paraguay, Santiago Peña, ratificó este lunes en Asunción que no impulsará las negociaciones de un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) después del 6 de diciembre, cuando su país asuma de manos de Brasil la Presidencia pro tempore del Mercosur.
«Yo he dicho y le he transmitido esto al presidente (de Brasil, Luiz Inácio) Lula (da Silva) que cierre la negociación, porque si él no cierra, yo no voy a continuar en el próximo semestre», afirmó Peña en una conferencia de prensa desde la residencia presidencial paraguaya.
El mandatario explicó que el 6 de diciembre tendrá lugar la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), el mecanismo conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
En esa fecha, Brasilia traspasará la Presidencia pro tempore a Asunción.
«Yo voy a dedicarle el próximo semestre a cerrar acuerdos con otras regiones del mundo que yo estoy seguro que vamos a llegar a un acuerdo muy rápidamente», avisó el líder paraguayo.
En ese contexto, mencionó la posibilidad de explorar convenios con Singapur y Emiratos Árabes Unidos.
Peña argumentó que después de 25 años de negociaciones, ha llegado el momento de «tomar una decisión».
«Paraguay tiene una fortísima vocación de integración, somos el país más abierto de América Latina, hacemos transacciones prácticamente con todos los países del mundo», indicó.
«Pero en este acuerdo comercial -complementó-, ya no es una discusión técnica, es una decisión política y esto no está del lado del Mercosur, sino que está del lado de la Unión Europea».
En una entrevista con el diario británico Financial Times, Peña expresó su frustración por unas negociaciones que se extienden más de 20 años, dejando claro que «o cerramos antes del 6 de diciembre o no cerramos».
Su ultimátum se suma al ya esbozado el pasado junio por Lula da Silva, quien dio de plazo hasta finales de este año para lograr cerrar el acuerdo entre la UE y el bloque suramericano.
La UE y el Mercosur llegaron en 2019, después de dos décadas de acercamientos, a un acuerdo de asociación dejando pendiente la resolución de algunos aspectos técnicos, que debían ser resueltos este año, pero las discusiones se han complicado por la aparición de nuevas demandas a ambos lados de la mesa.
El Mercosur considera que las pretensiones europeas en materia ambiental son «inaceptables», conllevan amenazas de sanciones y podrían representar una barrera para sus exportaciones a la UE.