Ciudad de México, 28 sep (EFE).- El Banco de México (Banxico) mantuvo este jueves sin cambios, por cuarta vez consecutiva, la tasa de interés en el 11,25 %, el mayor nivel en su historia, en una decisión que reafirma el fin de su periodo alcista ante la desaceleración de la inflación.
En su anuncio, que estuvo dentro de las expectativas del mercado, el banco central consideró que «si bien se ha avanzado en el proceso desinflacionario, el panorama continúa siendo muy complejo», por lo que empeoró sus pronósticos sobre la inflación.
La decisión de mantener el freno a las subidas, que iniciaron durante la pandemia de la covid-19 en junio de 2021 y acumularon 725 puntos base, se aprobó por unanimidad y ocurrió en sintonía con la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que la semana pasada conservó la tasa en un rango del 5,25 % al 5,5 %.
El anuncio ocurre tras difundirse que la inflación general descendió en agosto al 4,64 %, su menor nivel desde febrero de 2021, tras registrar un índice del 7,82 % en diciembre, su mayor tasa para un cierre de año en lo que va del siglo.
«Desde la última reunión de política monetaria, las inflaciones general y subyacente anuales siguieron descendiendo. Sin embargo, ambas se mantuvieron elevadas al situarse en la primera quincena de septiembre en 4,44 % y 5,78 %, respectivamente», argumentó la Junta de Gobierno del banco.
Banxico elevó su pronóstico sobre la inflación general, al estimar ahora que promediará un 4,7 % anual en el último trimestre de 2023, desde una proyección previa de 4,6 %.
De igual forma, deterioró su expectativa para el cierre de 2024, cuando la inflación promediaría un 3,4 %, por encima de la previsión pasada de 3,1 %.
El banco central estimó «que el panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico».
«Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 %, considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado», avisó.
Como riesgos al alza, enunció la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, la depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional y mayores presiones de costos.
La próxima decisión sobre política monetaria será el 9 de noviembre.