Río de Janeiro, 30 nov (EFE).- La operadora aeroportuaria española Aena asumió este jueves el aeropuerto de Altamira, en el estado amazónico de Pará y el último de las 17 terminales que se ha adjudicado en concesión en Brasil y que la hacen responsables por cerca del 20 % del tráfico aéreo en el gigante suramericano.
El aeropuerto de Altamira fue uno de los once aeropuertos que Aena Brasil se adjudicó en la subasta de concesiones realizada por el Gobierno brasileño en agosto de 2022, ahora todos bajo la gestión de la operadora española, y que se suman a seis que la empresa ya operaba en la región nordeste de Brasil.
Con las once nuevas terminales asumidas en los últimos meses y las seis que opera desde 2020, Aena, con presencia en nueve estados de Brasil, «pasa a responder por cerca del 20 % del tráfico aéreo nacional», informó la empresa en un comunicado.
En octubre pasado la operadora asumió la gestión del Aeropuerto de Congonhas en São Paulo, la segunda mayor terminal de Brasil por número de pasajeros y otro de los once terminales incluidos en la licitación del año pasado.
Además de Congonhas, por el que pasaron 17,7 millones de pasajeros en 2022, Aena se adjudicó otros diez aeropuertos de menor tamaño en los estados de Mato Grosso do Sul, Minas Gerais y Pará.
Antes de asumir las operaciones de sus once nuevas concesiones, Aena invirtió 3.300 millones de reales (unos 660 millones de dólares) en los planes de transferencia operacional y de capacitación de personal necesarios para asumir la administración.
La operadora entregará en diciembre a la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac, regulador) los proyectos de las obras que pretende realizar en sus once nuevas terminales para modernizarlas y ampliarlas, y que comenzará a ejecutar en el segundo semestre de 2024.
Aena ofreció 2.450 millones de reales por las licencias para operar los 11 aeropuertos por los próximos 30 años con la posibilidad de alargar la concesión por otros cinco.
El aeropuerto de Altamira, cuya gestión asumió en la madrugada de este jueves y que sirve al municipio brasileño de mayor extensión territorial, transportó 95.000 pasajeros en 2019, antes de la pandemia, y 81.000 en 2022.
Con la entrega de esta terminal a Aena, el 93 % del tráfico de pasajeros y el 99 % del de cargas en todos los aeropuertos de Brasil pasó a ser responsabilidad de las concesionarias privadas.
La Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), que hasta hace diez años operaba todos los aeropuertos del país y comenzó a cederlos con el inicio del proceso de concesiones, tan solo administra ahora el de Santos Dumont, la terminal de Río de Janeiro para los vuelos regionales y cuya privatización también está en estudio.