Brasilia, 20 dic (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, garantizó este miércoles que abordará «con mucha seriedad» la economía del país en el segundo año de su mandato, después de un 2023 que calificó de «excepcional» tras un crecimiento por encima del esperado.
«Pocas personas en el mundo creían que podríamos llegar al final de 2023 de la forma en que estamos llegando, con una actuación muy buena» y «una situación excepcional», dijo el mandatario en la apertura de una reunión con los 37 miembros de su gabinete, en el palacio presidencial de Brasilia.
El mercado financiero espera que Brasil cierre 2023 con un crecimiento muy próximo al 3 %, en línea con las previsiones del Ejecutivo y el Banco Central, y que, en cualquier caso, superará las estimaciones dadas a principios de año, que eran apenas del 0,6 %.
Además, la inflación se ha moderado y actualmente se ubica en el 4,68 % interanual, es decir, dentro del techo de la meta para este año (4,75 %), mientras que el desempleo está ligeramente por debajo del 8 %.
No obstante, en 2024 se espera una expansión de la economía brasileña inferior que, según el mercado, rondará el 1,5 %.
Con todo, Lula afirmó que la economía no es un tema para hacer trucos de «magia» y subrayó que continuará «conversando con todo el mundo» para sacar adelante los proyectos de ley y las reformas presentadas ante el Congreso, que es de mayoría conservadora.
«Pobre el gobernante que cree que puede cambiar la mesa de diálogo por una ametralladora, un fusil o un cañón. Ahí la ignorancia vence a la inteligencia. La democracia presupone tolerancia y convivencia democrática en la diversidad», indicó en una aparente alusión al expresidente Jair Bolsonaro, fiel defensor de la liberación de armas.
Lula también enalteció el trabajo de negociación de sus ministros con el Parlamento, en especial el del titular de Hacienda, Fernando Haddad -visto como su posible sucesor en el futuro-, tras la reciente aprobación de una profunda reforma tributaria, después de más de tres décadas en discusión en el Legislativo.
«Lo conseguimos poniendo en práctica el arte de la negociación, negociación a veces mal interpretada», afirmó el jefe de Estado para referirse a las críticas de la oposición por ceder algunas carteras de su gabinete a los partidos de centroderecha que controlan el Congreso.
