Buenos Aires, 21 dic (EFE).- “Les aviso que viene más. Pronto se van a enterar. Vamos a llamar a (sesiones) extraordinarias (en el Congreso de la Nación) y enviar un proyecto de ley para la modificación del Estado», anunció este jueves el presidente de Argentina, Javier Milei, quien el miércoles presentó en cadena nacional de radio y televisión un ambicioso proyecto que prevé reformar más de trescientas normas y leyes.
La intención del mandatario ultraliberal, de profesión economista, es desregular los sectores de la economía que a su juicio están atenazados por una maraña de disposiciones burocráticas y proteccionistas que impiden que repunte la inversión productiva y que la actividad económica se fortalezca.
«Hemos detectado, entre leyes, regulaciones y demás normativas que dificultan el funcionamiento de la economía y una sociedad libre, cerca de 380.000 regulaciones. Queremos desmontar esa máquina de impedir», declaró este jueves en radio Rivadavia.
Pero la batería de medidas para desregular la economía y el sector público fue recibida con desagrado por un sector de la ciudadanía.
Después de que el presidente anunciara el plan la noche del miércoles, cientos de manifestantes se concentraron en las inmediaciones de la sede del Congreso de la Nación para continuar con la protesta que horas antes habían llevado a cabo unas tres mil personas que recorrieron las calles del centro de Buenos Aires.
La movilización nocturna, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, también se dejó sentir en diversos barrios de la capital y otras ciudades del país, donde los vecinos protagonizaron una ruidosa protesta desde sus ventanas y balcones haciendo sonar cacerolas y utensilios domésticos.
Críticas a los nostálgicos del comunismo
«Puede ser que haya gente que sufra el síndrome de Estocolmo, que está enamorada del modelo que la empobrece», replicó en la entrevista con Rivadavia Milei, para quien el rechazo de una parte de la población a su proyecto es equiparable con la emoción que suscitan las ideas de la izquierda radical.
«También hay gente que mira con nostalgia, amor y cariño al comunismo», dijo.
Milei reiteró hoy que el plan de estabilización anunciado a los pocos días de asumir como presidente el pasado 10 de diciembre tiene como objetivo acabar con el déficit fiscal, principal causante de la acelerada inflación que sufre el país, mientras que el ambicioso programa anunciado en la noche del miércoles busca desarmar el entramado regulatorio que a su juicio traba el crecimiento económico de Argentina.
El nuevo jefe del Estado advirtió a los legisladores que no apoyen en el Congreso su plan: «Quedarán en evidencia frente a los argentinos quién está en contra del progreso y quién es casta. Acá es ganar libertades, competitividad y bienestar en términos de mejores bienes a mejor precio», manifestó de forma rotunda.
Milei admitió que algunas de las medidas son «antipáticas», pero puntualizó que para frenar la elevada inflación -que en noviembre pasado superó el 160 % anual- era necesario adoptar el programa de estabilización anunciado por el nuevo ministro de Economía, Luis Caputo, el pasado 12 de diciembre.
«No sincerar los precios va a un resultado peor», sostuvo el primer presidente economista de la historia de Argentina. «A la persona de clase media le digo que se va a beneficiar con la baja de la inflación y la mejora de la economía; y que va a tener un mejor trabajo y nivel de vida».