Según Bloomberg, las acciones estadounidenses registraron fuertes caídas este viernes luego de que datos económicos más débiles de lo esperado generaran preocupación sobre el crecimiento de las empresas en un contexto de inflación a largo plazo en su nivel más alto desde 1995, según las opiniones de los consumidores.
Indicadores clave como la confianza del consumidor, el sector de la vivienda y los servicios mostraron señales de desaceleración, lo que llevó a los inversores a cuestionar las perspectivas económicas. Al mismo tiempo, la Reserva Federal no ha dado señales de apresurarse en recortar las tasas de interés, lo que añade incertidumbre a los mercados.
En este escenario, el índice S&P 500 cayó un 1,3% a las 13:30 hora de Nueva York, mientras que el Nasdaq 100 y el Promedio Industrial Dow Jones perdieron un 1,5% cada uno. A nivel global, el índice MSCI World retrocedió un 1%.
A pesar del aumento de las expectativas de inflación, los rendimientos de los bonos cayeron. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años bajó nueve puntos básicos hasta el 4,42%, mientras que el de los bonos alemanes y británicos a 10 años cayó seis y cuatro puntos básicos, ubicándose en 2,47% y 4,57%, respectivamente.
Según Goldman Sachs Group Inc., cerca de 2,7 billones de dólares en opciones vinculadas a acciones y fondos cotizados en bolsa estaban a punto de expirar, lo que suele asociarse con oscilaciones de precios más pronunciadas en los mercados.
Con un panorama económico incierto y la Reserva Federal sin cambios inmediatos en su postura monetaria, los inversores seguirán atentos a los próximos datos económicos y movimientos en los mercados financieros.