¿Pueden ser permanentes los recortes fiscales de Trump? Los aranceles y la lucha por el gasto enturbian el panorama
El esfuerzo de los republicanos en el Congreso para hacer permanentes los recortes fiscales de 2017 promovidos por el expresidente Donald Trump enfrenta importantes obstáculos. Con un plazo no oficial de dos semanas para la aprobación en la Cámara de Representantes, los legisladores luchan por encontrar mecanismos para financiar las reducciones sin aumentar significativamente el déficit federal, que actualmente asciende a 1,9 billones de dólares anuales y una deuda total de 36 billones de dólares. Los sectores moderados del partido se oponen a los recortes masivos en programas como Medicaid, mientras que los conservadores insisten en que cualquier extensión fiscal debe ser compensada con al menos 2 billones de dólares en reducciones de gasto.
Los republicanos argumentan que estos recortes fiscales podrían financiarse a sí mismos mediante un crecimiento sostenido del PIB del 2,6%, que según ellos generaría 2,5 billones de dólares en nuevos ingresos en la próxima década. Sin embargo, analistas presupuestarios consideran estas proyecciones como excesivamente optimistas, especialmente en un contexto de creciente incertidumbre económica debido a las guerras comerciales y restricciones migratorias de Trump, que podrían limitar el crecimiento económico al restringir el mercado laboral.
Aunque algunos legisladores han comenzado a cuestionar la viabilidad de hacer permanentes estos recortes, líderes como Mike Johnson y Steve Scalise se mantienen firmes en su apoyo a la extensión. Sin embargo, economistas advierten que una expansión fiscal de esta magnitud podría profundizar aún más el déficit, y los efectos negativos de los aranceles de Trump podrían contrarrestar cualquier beneficio a largo plazo.
Indicadores de recesión del mercado: diseccionando la señal del ruido
El riesgo de recesión global ha vuelto a ganar protagonismo en los mercados financieros, aunque los datos económicos y los indicadores financieros ofrecen señales mixtas. Aunque la pausa de 90 días en la mayoría de los aranceles recíprocos anunciada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, en abril ha aliviado algunas preocupaciones, el daño a la confianza empresarial y del consumidor persiste, lo que podría limitar el crecimiento económico.
Los datos duros, como las cifras de empleo en EE.UU., aún muestran resiliencia, pero los indicadores de confianza empresarial y del consumidor, como el índice de confianza del consumidor de EE.UU., cayeron a su nivel más bajo en casi cinco años en abril. Esto es preocupante, ya que el consumo representa más de dos tercios de la actividad económica de EE.UU. En la zona euro, los índices de confianza de los inversores han mejorado levemente tras tocar fondo en abril, pero siguen en territorio negativo.
Las proyecciones de crecimiento global han sido recortadas significativamente. Economistas encuestados por Reuters ven una alta probabilidad de recesión este año, con Barclays anticipando una desaceleración significativa a nivel global y posibles recesiones leves en EE.UU. y la zona euro. Sin embargo, algunos economistas creen que acuerdos comerciales o estímulos fiscales en Europa podrían mitigar estos riesgos. El petróleo ha caído un 16% en 2025, reflejando una menor demanda global, mientras que el cobre, tradicionalmente un barómetro de la actividad industrial, sigue por debajo de su pico de marzo, impactado por aranceles estadounidenses del 145% a productos manufacturados en China.
Oferta matinal: El Reino Unido busca un «gran acuerdo comercial
El enfoque de los mercados giró hacia el Reino Unido el jueves, mientras se espera que el anuncio de un «gran acuerdo comercial» por parte del presidente de EE.UU., Donald Trump, ofrezca un importante alivio para los exportadores británicos, justo cuando el Banco de Inglaterra se prepara para recortar las tasas de interés. Se espera que Trump anuncie un acuerdo que incluiría la reducción de aranceles a las exportaciones de acero y automóviles del Reino Unido, sectores afectados por los gravámenes del 25% impuestos por EE.UU. A cambio, Reino Unido podría reducir los aranceles a los autos estadounidenses y eliminar un impuesto digital que afecta a las grandes tecnológicas estadounidenses.
El estado de un arancel base del 10% impuesto por Trump a la mayoría de los países, incluyendo Reino Unido, sigue siendo incierto. Mientras tanto, se espera que el Banco de Inglaterra anuncie un recorte de un cuarto de punto en las tasas de interés, una medida que los mercados ya han descontado en gran medida. El índice FTSE 250, que agrupa a las empresas de mediana capitalización orientadas al mercado doméstico, subió casi un 1% a su nivel más alto desde finales de febrero, en anticipación al acuerdo comercial.
Por otro lado, la Reserva Federal de EE.UU. decidió mantener sus tasas sin cambios el miércoles, citando la alta incertidumbre económica y los riesgos crecientes de inflación y desempleo. El presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió sobre las tensiones que los cambios en las políticas comerciales podrían generar tanto para el empleo como para la estabilidad de precios en EE.UU. A pesar de esto, las acciones en Wall Street terminaron al alza, impulsadas por la esperanza de que se logren algunos acuerdos comerciales en los próximos días, incluyendo conversaciones previstas en Suiza entre EE.UU. y China este fin de semana.
Los futuros de acciones estadounidenses extendieron esas ganancias durante la noche, acompañados de avances en los mercados europeos y asiáticos. Aunque la temporada de resultados corporativos en EE.UU. ha estado marcada por pronósticos suspendidos e incertidumbre debido a los aranceles, se espera que las ganancias anuales del primer trimestre para las empresas del S&P 500 crezcan un 14%, casi el doble de lo pronosticado a principios de abril. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. se mantuvieron estables, con una subasta de 25.000 millones de dólares en bonos a 30 años programada para el jueves.
Fuente de las noticias internacionales: Reuters