Sao Paulo, 1 sep (EFE).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este martes que prorrogará hasta final del año los subsidios que se pagan desde abril a los trabajadores informales y personas sin empleo como auxilio para paliar los efectos de la pandemia de la COVID-19 y que ha sido clave para el aumento de su popularidad.
El valor mensual del subsidio, sin embargo, será reducido un 50 % hasta los 300 reales (unos 55 dólares), un valor que, según Bolsonaro, busca atender las necesidades de las familias más necesitadas pero también de las de la maltrecha economía brasileña, que entró hoy en recesión técnica.
El Gobierno anunció en abril un subsidio mensual de 600 reales (unos 110 reales) hasta junio, un monto que prorrogó posteriormente hasta agosto y que ahora extiende hasta diciembre aunque con un valor inferior.
El auxilio otorgado por el Ejecutivo a los más pobres ha tenido un efecto positivo en la popularidad del presidente brasileño, que se vio dañada durante el inicio de la pandemia, cuando el 35 % de la población le achacaba al Gobierno la culpa de las muertes por coronavirus debido a su postura negacionista.
Ahora, cerca del 50 % de los brasileños considera que Bolsonaro «no es responsable» de la crisis sanitaria y la tasa de aprobación del Gobierno he llegado a 37 %, la mayor desde que el líder de la ultraderecha asumió, en enero de 2019, según una encuesta publicada recientemente por el instituto Datafolha.
La principal razón de esa mejora de imagen, según Datafolha, ha sido precisamente la ampliación del plan de subsidios, el cual se calcula que llegó a beneficiar a 60 millones en momentos de elevado desempleo y fragilidad económica por las medidas de distanciamiento social adoptadas para contener la crisis del nuevo coronavirus.
El Gobierno anunció este martes que el Producto Interior Bruto (PIB) se derrumbó un 9,7 % en el segundo trimestre de este año frente a los tres meses anteriores y un 11,4 % respecto al mismo periodo del año pasado.
Con este resultado, Brasil entra en «recesión técnica» al encadenar dos trimestres seguidos en negativo, tras la retracción del 1,5 % del PIB registrada entre enero y marzo.
La mayor economía suramericana camina así hacia un desplome del PIB histórico en este 2020, que el mercado financiero sitúa en el 5,3 %, aunque organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, prevén un golpe mayor, entre el 8 y el 9 %.
La irrupción del coronavirus puso fin a la tímida recuperación que el país experimentó entre 2017 y 2019, cuando creció a un ritmo de alrededor de un 1 % anual.
Esos tres años de expansión fueron insuficientes para revertir la aguda recesión vivida en 2015 y 2016, cuando el PIB brasileño cayó unos siete puntos porcentuales.
Desde entonces el índice de desempleo está por encima de los dos dígitos y ahora con la pandemia se ha disparado hasta el 13,3 %, lo que significa que 12,8 millones de personas están sin un puesto de trabajo.