Madrid, 8 sep (EFE).- Telefónica y sus socios TIM y Claro han sido calificados como «primer licitador» en el proceso de venta del negocio móvil de la brasileña Oi, lo que, entre otras cuestiones, implica que tendrán derecho a igualar cualquier oferta que se presente.
El pasado 18 de julio, Telefónica, que opera en Brasil bajo la marca Vivo, Telecom Italia (TIM) y la mexicana Claro (América Móvil) presentaron una oferta, cuyo importe no transcendió, por los activos móviles del grupo Oi, inmerso en un proceso equivalente al concurso de acreedores español.
Días después, el 23 de julio, se hizo público que Highline Brasil, controlada por la estadounidense Digital Colony, llegó a un acuerdo de exclusividad para negociar con Oi la compra de sus activos móviles, a los que valoró en unos 20.000 millones de reales (3.190 millones de euros)
Telefónica y sus socios presentaron una nueva oferta vinculante el 27 de julio que ahora han vuelto a reformular, según ha informado esta madrugada la operadora española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
TELEFÓNICA Y SUS SOCIOS OFRECEN 16.500 MILLONES DE REALES
Según la misma fuente, los tres socios han ratificado el valor de 16.500 millones de reales brasileños (2.630 millones de euros) -de los que 756 millones de reales corresponden a los servicios transitorios que serán prestados por Oi a los oferentes durante 12 meses- y el compromiso de celebrar contratos a largo plazo para la prestación de servicios de capacidad de transmisión, y ajustes en ciertos términos de la Oferta Revisada.
Tras esta oferta, han sido calificados por Oi para participar en el proceso competitivo de venta de los activos móviles como «stalking horse» (primer licitador), lo que deberá reflejarse en la propuesta de modificación del Plan de Reorganización Judicial del Grupo Oi, a ser aprobado en su Junta General de Acreedores convocada para hoy, 8 de septiembre.
Con esta calificación, Telefónica y sus socios también tendrán el derecho, a su sola discreción, «a cubrir la oferta de mayor valor que pueda presentarse en dicho proceso competitivo», añade el comunicado remitido a la CNMV.
El grupo Oi, cuarto operador de telecomunicaciones de Brasil, se acogió a ley de quiebras de su país en 2016 para poder seguir operando y, desde entonces, busca reorganizar con sus acreedores el pago de deudas por valor de unos 65.000 millones de reales (más de 12.700 millones de euros).