Buenos Aires, 15 sep (EFE).- Siete décadas de vigencia ininterrumpida y miles de representaciones en su haber convierten a «Las dos carátulas» en uno de los ciclos de teatro en radio más longevos del mundo y el más duradero en castellano. Un programa que desde su impronta original se adaptó a las nuevas tecnologías e incluso a la pandemia, con la emisión especial de una obra grabada vía Whatsapp.
El éxito y perdurabilidad de «Las dos carátulas» están vinculados a su adaptabilidad y a la función que cumple desde sus inicios: entretener, educar y difundir, «y los cumple ampliamente», señala Nora Massi, directora del ciclo desde 1990.
ORÍGENES
Estrenado el 9 de julio de 1950 en la entonces Radio del Estado argentina, hoy Nacional, (AM 870), el ciclo se adaptó a los cambios tecnológicos y sobrevivió a los múltiples vaivenes económicos, políticos y sociales por los que atravesó el país austral.
Surgió como un espacio para que los egresados del Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico dieran sus primeros pasos en el ámbito profesional, difundiendo asimismo el teatro nacional y universal hacia los lugares más recónditos del país, a través de una emisora que llegaba a todo el territorio.
«Mi generación y los que siguieron, todos pasamos por esa etapa, ese espacio maravilloso (…) todos iban, hacían cola para entrar y yo también», recuerda Massi, quien participó entonces como actriz.
Reconocido por difundir el «teatro de la humanidad», tal y como reza su lema, el ciclo recibió varios premios: el galardón de la BBC de Londres al Mejor Teatro Breve de Habla Hispana, el premio Ondas de España y fue declarado programa de interés cultural por el Congreso de la Nación Argentina y el Parlamento Cultural del Mercosur, entre otras tantas distinciones.
EFECTOS DE LA PANDEMIA
Este año, el programa tenía todo preparado para comenzar con una pieza del autor argentino Roberto ‘Tito’ Cossa, «Nuestro fin de semana», protagonizada por Claudia Lapacó y Héctor Calori, «y bueno, llegó la pandemia», expresa resignada Massi.
Por ello, desde el inicio de la temporada oficial que comienza en abril, en su horario habitual de los domingos por la noche, el programa está transmitiendo repeticiones de su extenso catálogo y lo hará hasta 2021.
Pero la pandemia y la cuarentena vigente no impidieron que «Las dos carátulas» cumpliera con sus compromisos. Debía realizar un especial para la conmemoración de los 100 años de la radiofonía argentina, y lo hizo.
«El tema era cómo se grababa, porque en el estudio no podía haber nadie. Terminamos grabando por Whatsapp», comenta la directora satisfecha.
Dieciocho actores, cada uno desde su casa, grabaron por secciones sus personajes. Un material que luego se editó y emitió: «Hay que aguzar el ingenio y ponerse en línea con lo que tenemos», afirma resuelta.
OBRAS, ACTORES Y PUESTA EN ESCENA
El enorme abanico de autores clásicos universales y nacionales: Sófocles, Ibsen, Shakespeare, Gregorio de Laferrere, Armando Discépolo, al igual que la gran variedad de obras y géneros teatrales que cubre, criollo, tragedia, drama, comedia, entre otros tantos, son un baluarte que convierte al ciclo en referente para intérpretes, directores y amantes del teatro en el país y el mundo.
Semillero de actores argentinos, varias generaciones comenzaron allí o participaron del programa. Intérpretes de la talla de Luis Brandoni, Norma Aleandro, Alfredo Alcón y Pepe Soriano son solo algunos entre otros cientos de talentosos artistas que lo engalanaron.
Hoy, el elenco de ocho actores estables y otros tantos que participan según la pieza, así como las figuras invitadas y quienes se incorporan provenientes del archivo de voces jóvenes que tiene el programa, continúan esa tradición.
«El repertorio es tan variado y tan intenso que se necesita actores que hayan transitado textos de teatro de la enjundia que tienen los de ‘Las dos carátulas'», afirma la directora.
«Y ellos hacen todo, Oscar Wilde, una obra de campo, un grotesco o un vodevil, y lo hacen perfectamente, son actores y muy buenos», subraya Massi.
Con respecto a la puesta, la impronta es «hacer teatro en radio y no teatro leído».
«El que se sienta a ver ‘Las dos carátulas’ (se graba con público) se olvida a los 10 minutos que los actores tienen el libreto en la mano, porque ellos están trabajando con su cuerpo”, enfatiza.
LA OBRA SONORA
Massi no solo se encarga de la dirección actoral, sino que junto a los editores de arte diseña los ambientes sonoros, un elemento fundamental para la puesta en escena radial, que se agrega tras la grabación de la obra y que sitúa al oyente en el ambiente y época correctos.
«Hay que leer bien la época para poner bien los efectos, no se ponen así porque sí, tienen que estar acorde con lo que está pasando», asegura la directora.
Lo mismo ocurre con la recreación del lugar o la hora del día: «por ejemplo el campo, que a la mañana tempranísimo tiene una fauna, a mitad de la mañana otra, al mediodía, a la tarde y a la noche otras», expone Massi.
«Cuando yo entré en Radio Nacional, había una familia, los Catalán, abuelo, padre, nieto. Ellos hacían artesanalmente casi todos los efectos, hasta el ladrido de un perro», recuerda
Hoy esos sonidos provienen de un nutrido archivo digital: «los tiempos van cambiando (…) ahora hasta los perros vienen categorizados», expresa la directora.
“LAS DOS CARÁTULAS” EN SUS TIEMPOS MODERNOS
Ese carácter de manifestación sagrada que tiene desde sus orígenes el teatro se extrapola a cualquier medio, y así fue con la radio.
Con esa impronta, lejos de desvanecerse en el éter que lo vio nacer, «Las dos carátulas» se adaptó a los tiempos modernos y comenzó su «era dorada» sumando otros medios.
Hoy no solo se transmite por onda radiofónica e internet a través de su página, sino que su podcast es el más solicitado de la Radio.
«Eso hace imbatible al programa», asegura su directora, que recibe mails de todo el mundo pidiendo las grabaciones del ciclo.
Por ello, más vigente que nunca, «Las dos carátulas» es un clásico que siempre tiene algo para decir y lo dice.
Por Julieta Barrera