Buenos Aires, 7 oct (EFE).- La actividad de la construcción en Argentina registró en agosto pasado un descenso del 17,7 % frente al mismo mes de 2019, en medio de las medidas de aislamiento dictadas para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
Los datos oficiales dados a conocer este miércoles certifican una notable desaceleración en el inédito nivel de desplome del sector, que llegó a ser del 76,2 % interanual en abril, cuando la actividad estuvo totalmente paralizada por las restricciones sanitarias.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el nivel de actividad del sector retrocedió un 1,0 % frente a julio.
Así, se rompe la tendencia al alza registrada mes a mes desde abril, puesto que la actividad creció mensualmente en mayo (un 113,4 % de aumento en comparación a abril), en junio (41,7 % frente a mayo) y en julio (4,5 % respecto a junio).
De esta forma, con el resultado verificado en agosto, el indicador sumó 24 meses consecutivos con bajadas interanuales.
Asimismo, el índice de actividad de la construcción acumuló en los primeros ocho meses del año un descenso interanual del 31,8 %.
De acuerdo con el informe oficial, los puestos de trabajo registrados en el sector privado que dependen de la construcción bajaron un 28,1 % interanual en el pasado mes de julio, hasta los 313.338.
Por otro lado, según los resultados de una encuesta realizada por el Indec a grandes empresas del sector, el 51,9 % de las firmas que realizan obras privadas pronosticó que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que el 29,6 % estimó que disminuirá y otro 18,5 % que aumentará.
Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, el 40 % opinó que el nivel de la actividad no cambiará entre septiembre y noviembre de este año, mientras que un 36,9 % cree que disminuirá y un 23,1 %, que se incrementará.
Las cifras oficiales indican que en 2019 la actividad de la construcción en Argentina se desplomó un 7,9 %, a tono con la recesión económica que vive la segunda mayor economía suramericana desde hace poco más de dos años.