San José, 11 oct (EFE).- El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, anunció la noche de este domingo la conformación de una mesa multisectorial en la que a partir del 17 de octubre se buscarán soluciones a los problemas fiscales y económicos del país, que se han agravado por la pandemia de la COVID-19.
En una cadena nacional, Alvarado y el presidente del Congreso, Eduardo Cruickshank, del opositor partido Restauración Nacional (Evangélico), anunciaron en conjunto el establecimiento de la mesa de diálogo, cuya metodología estará a cargo del Programa Estado de la Nación del Consejo Nacional de Rectores de las universidad.
«Nuestro país enfrenta el reto más importante de su historia moderna. Necesitamos tomar medidas para generar empleo y crecimiento económico, y en lo inmediato para evitar una crisis económica y fiscal», manifestó Alvarado.
La mesa multisectorial trabajará durante cuatro semanas en la búsqueda de soluciones a los problemas fiscales del país, y en una segunda etapa atenderá los temas de crecimiento económico y empleo.
Según las proyecciones oficiales, Costa Rica cerrará el 2020 con un déficit fiscal de al menos el 9 % del Producto Interno Bruto (PIB), una deuda de alrededor del 70 % del PIB y una caída económica del 5%. El desempleo es otra preocupación, ya que se ubican en torno al 24 %.
Alvarado afirmó que se compromete a tomar acciones de política pública que se enmarquen dentro de los acuerdos que surjan del proceso de diálogo, y aclaró que en los asuntos en los que no haya una recomendación de la mayoría de los integrantes de la mesa, el Poder Ejecutivo procederá según sus criterios.
Esta iniciativa de diálogo surge luego de protestas en las calles de grupos sociales en contra de un eventual acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 1.750 millones de dólares, en el que el Gobierno planteaba una subida de impuestos y la venta de algunos activos estatales.
El 4 de octubre Alvarado desistió de impulsar la propuesta que pretendía presentar al FMI, pues no contaba con el apoyo político necesario.
Las protestas derivaron en enfrentamientos entre policías y manifestantes en algunos sectores de las provincias de Guanacaste (oeste), Puntarenas (Pacífico) y Limón (Caribe), lo que dejó como saldo cerca de 90 detenidos y 100 policías heridos, ninguno de gravedad, según la información oficial.
Las protestas comenzaron el 30 de septiembre, pero fueron perdiendo fuerza luego de que el pasado jueves su principal dirigente, el excandidato presidencial y exdiputado, José Miguel Corrales, denunciara que el movimiento había sido penetrado por el narcotráfico.
Este domingo permanecían 3 puntos de carreteras con bloqueos en el sur del país, el más importante en la frontera con Panamá, en donde el Gobierno intenta convencer a los manifestantes de que levanten el movimiento y se reanude el paso de los camiones de carga internacional.
El Gobierno anuncio que paralelo a la mesa nacional multisectorial, establecerá procesos de dialogo en diversas comunidades del país para atender sus necesidades particulares.
«Costa Rica es un país diferente, de trabajo y paz, honremos nuestras raíces en este momento. Agradezco las oraciones que hacen por las autoridades del país, por Costa Rica, y ahora también por el éxito de este proceso de diálogo”, declaró el presidente.