Managua, 18 dic (EFE).- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, propuso este viernes declarar de «seguridad soberana y de interés nacional la totalidad de las acciones» de la distribuidora de energía TSK-Melfosur Internacional, conformada por las empresas españolas TSK y Melfosur y que compraron las acciones de Gas Natural Fenosa en las nicaragüenses Disnorte y Dissur.
La propuesta del gobernante fue enviada con carácter urgente a la Asamblea Nacional (Parlamento), cuya Junta Directiva, controlada por el oficialismo, convocó a una sesión extraordinaria para el próximo lunes, donde se prevé sea presentada y discutida esa iniciativa.
El proyecto de «Ley de aseguramiento soberana y garantía del suministro de la energía eléctrica a la población nicaragüense» tiene como fin «garantizar la continuidad y seguridad del servicio público básico de la energía eléctrica a la población», según el texto enviado por el Ejecutivo.
«Por ministerio de la presente Ley, la participación accionaria de TSK-Melfosur Internacional S.A., en Disnorte y Dissur, pasa a ser propiedad total del Estado de la República de Nicaragua», señala el artículo 1 de la iniciativa.
Las distribuidoras Disnorte y Dissur, antes propiedad de la filial nicaragüense de la española Gas Natural Fenosa, pertenece hasta ahora a la sociedad TSK-Melfosur Internacional, conformada por las españolas TSK y Melfosur.
Gas Natural Fenosa vendió sus participaciones en las distribuidoras Disnorte y Dissur a la sociedad nicaragüense TSK-Melfosur Internacional por 57,8 millones de dólares, según informó la compañía en Barcelona en febrero de 2013.
La filial de la española Gas Natural Fenosa era dueña del 84 % de las acciones de Disnorte y Dissur que distribuyen la energía eléctrica en Nicaragua desde 2000 y por un período de 30 años.
La eléctrica española cedió al Estado nicaragüense en mayo de 2008 el 16 % de las acciones de su filial en Nicaragua como pago de una deuda por 11,5 millones de dólares, y un asiento en el consejo de administración de su filial en Managua.
La iniciativa, que no ofrece información sobre TSK-Melfosur Internacional, establece que las empresas Disnorte y Dissur serán operadas y administradas por las instituciones y/o empresas que el Estado, a través del Ministerio de Energía y Minas, autorice y delegue para tal efecto.
Disnorte y Dissur continuarán siendo sociedades anónimas regidas por el derecho privado y mantendrán inalterables sus diferentes relaciones comerciales con el resto de agentes económicos integrantes de la industria eléctrica, de acuerdo con el proyecto.
Los derechos y obligaciones de ambas distribuidoras se mantendrán inalterables y se garantizarán los derechos sindicales y laborales adquiridos de todos los trabajadores, según el documento.
Asimismo, el Estado garantizará la continuidad del servicio público de la energía eléctrica a la población.
Además, en un plazo no menor de un año, el Estado deberá garantizar la participación de otros operadores idóneos nacionales y/o internacionales, dando prioridad a la incorporación de sujetos privados o mixtos.
Las distribuidoras de energía Disnorte y Dissur tiene un total de 1,16 millones de consumidores en Nicaragua, un país de 6,5 millones de habitantes.