Río de Janeiro, 30 dic (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció este miércoles su decisión de elevar el salario mínimo en Brasil en un 5,26 %, desde los actuales 1.045 reales (201 dólares) mensuales hasta 1.100 reales (211,5 dólares) a partir de enero, por encima de lo aprobado por el Congreso y de la inflación.
«Firmaré aún este mismo miércoles un Decreto Ejecutivo que eleva el salario mínimo a 1.100 reales con vigencia a partir del 1 de enero de 2021. Es un aumento del 5,26 % en relación al valor actual», aseguró el jefe de Estado en un mensaje que publicó en su cuenta en Twitter.
«El valor de 1.100 reales se refiere al salario mínimo nacional y es aplicable a todos los trabajadores, del sector público y privado, y también a las jubilaciones y pensiones», agregó el líder de la ultraderecha brasileña.
El reajuste anunciado por el mandatario supera el aprobado hace dos semanas por el Congreso, que fijó el salario mínimo en 2021 en 1.088 reales (unos 209,2 dólares), y permite un aumento real del valor, es decir por encima de la inflación acumulada en el último año (4,31 %).
La propuesta aprobada por el Parlamento a petición del propio Ministerio de Economía tan sólo reponía la inflación del año y no preveía un aumento real del salario mínimo.
El año pasado, igualmente por recomendación del Ministerio de Economía, Bolsonaro tan sólo permitió un aumento del salario mínimo en una tasa equivalente a la inflación del año anterior y sin ofrecer un aumento real del valor.
El Ministerio de Economía alega que la elevación de los salarios por encina de la inflación agrava las ya deficitarias cuentas públicas brasileñas debido a que el mínimo también fija el valor de las pensiones y jubilaciones.
De acuerdo con el secretario de Hacienda del Ministerio de Economía, Waldery Rorigues, por cada real de aumento del salario mínimo, los gastos del Gobierno aumentan en 351 millones de reales (unos 67,5 millones de dólares) al año.
Según los sindicatos, el salario mínimo sirve de referencia para la remuneración de cerca de 49 millones de trabajadores brasileños.
La decisión de Bolsonaro de elevar el salario mínimo por encima de la inflación y de lo aprobado por el Congreso supone un bálsamo para los brasileños en momentos en que el país vive una grave crisis económica por la pandemia del coronavirus.
Según los datos oficiales, la tasa de desempleo en Brasil se ubicó en el 14,3 % de la población económicamente activa en el trimestre móvil que terminó en octubre, lo que significa que 14,1 millones de personas están sin trabajo.
El desempleo este año es el más elevado desde 2012, cuando el índice comenzó a ser medido con los actuales criterios.