México, 29 ene (EFE).- El peso mexicano cerró este viernes intercambiándose en 20,44 unidades por dólar estadounidense, una depreciación semanal del 2,56 % frente al tipo de cambio de 19,93 alcanzado el viernes anterior.
«El tipo de cambio tocó en la semana un nivel mínimo de 19,54 y un nivel máximo de 20,45 pesos por dólar, con una volatilidad del 13,3 %. Esa es la mayor desde 2017, cuando a su vez fue la mayor desde 2009», explicó a Efe la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
La especialista achacó la gran volatilidad a que «los participantes del mercado cambiario todavía perciben un ambiente de crisis».
«Esta es la segunda semana consecutiva en la que el peso pierde terreno. La depreciación del peso durante enero se debe principalmente al fortalecimiento del dólar estadounidense por una mayor percepción de riesgo global ante la pandemia. Además, terminó la euforia en los mercados de capitales», profundizó.
Particularmente sobre la economía mexicana, Siller dijo que existen factores «que contribuyen a la depreciación del peso», tales como el crecimiento sostenido de casos de covid-19 en el país o la «lenta distribución de las vacunas contra la enfermedad».
«También influyeron una contracción bastante fuerte de la economía al cierre de 2020, la próxima discusión de la reforma de ley del Banco de México y la salud del presidente», pues la información sobre su estado de salud, desde que el pasado domingo confirmara su contagio por covid, ha sido muy poca.
Este viernes se conoció que el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano se contrajo un 8,3 % en 2020, su peor desplome desde la Gran Depresión de 1932, debido a la pandemia y la falta de un rescate del Gobierno, y se estima un repunte incierto para 2021.
En cifras desestacionalizadas, sin factores coyunturales por temporada, la caída interanual del 2020 sería todavía mayor, del 8,5 %.
Con las cifras preliminares que reveló este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la economía de México hila dos años consecutivos de decrecimiento tras una contracción de 0,1 % en 2019.
El presidente del Inegi, Julio Santaella, destacó la «moderación de la contracción económica» de -4,5 % anual del cuarto trimestre de 2020, que significó una recuperación trimestral de 3,1 % frente al periodo inmediato anterior.
Aun así, esto no bastó para detener los efectos del decremento anual de 8,6 % en el tercer trimestre y de 18,7 % en el segundo trimestre, un hundimiento histórico que ocurrió por la emergencia sanitaria que decretó el Gobierno, que suspendió las actividades no esenciales en abril y mayo.