Río de Janeiro, 10 feb (EFE).- Las ventas de los comerciantes brasileños crecieron un 1,2 % en 2020, con lo que completaron cuatro años seguidos de expansión, pese a la pandemia del coronavirus, que derribó el consumo y obligó a miles de comercios a cerrar sus puertas por algunas semanas, informó este miércoles el Gobierno.
El crecimiento de las ventas en 2020, sin embargo, fue el menor en los últimos cuatro años (2,1 % en 2017, 2,3 % en 2018 y 1,8 % en 2019), período en que el sector recuperó parte de las elevadas pérdidas que sufrió en 2015 y 2016, cuando Brasil sufrió su mayor recesión en varias décadas.
Los comerciantes terminaron el año en terreno positivo pese a que las ventas se desplomaron un 6,1 % en diciembre en comparación con noviembre, la mayor caída para este mes en los últimos 20 años, según los datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Esta caída histórica en diciembre interrumpió la recuperación que venía registrando el sector desde mediados del año tras su desplome en los primeros meses de la pandemia y sorprendió a los economistas, que esperaban el tradicional aumento del consumo por las fiestas navideñas.
Las ventas en diciembre, sin embargo, subieron un 1,2 % en la comparación con el mismo mes de 2019, su sexto crecimiento positivo en esta comparación.
«Con el retroceso de diciembre, el nivel de las ventas del comercio minorista se igualó al de febrero, en el período de la prepandemia», aseguró el Instituto en un comunicado.
Para el gerente de estudios sobre el comercio del IBGE, Cristiano Santos, «la caída en diciembre es un ajuste natural, ya que el nivel de las ventas estaba muy elevado con los resultados de octubre y noviembre».
Las ventas acumularon un salto de cerca del 32 % entre mayo y octubre de 2020 luego de la fuerte caída que sufrieron en los primeros meses del año por las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar el avance de la covid, cuando numerosos comercios tuvieron que cerrar sus puertas y los consumidores guardaron cuarentena.
Las ventas bajaron inicialmente un 2,5 % en marzo con respecto a febrero por la pandemia, pero en abril sufrieron un desplome del 16,6 %, su mayor caída histórica.
El IBGE también atribuyó la caída de las ventas en el último mes del año al fuerte aumento del precio de los alimentos, que viene presionando la inflación en Brasil.
Santos explicó que las ventas de alimentos y supermercados representan casi la mitad del resultado total del comercio minorista y que un menor consumo de alimentos por sus elevados precios termina reflejándose en el indicador.
El aumento de las ventas en 2020 fue impulsada principalmente por el salto del 4,8 % en los sectores de alimentos, bebidas y supermercados, del 10,6 % en muebles y electrodomésticos y del 8,3 % en los de artículos farmacéuticos, médicos y cosméticos.
Pero cuatro de las actividades analizadas terminaron el año con resultado negativo, entre las cuales combustibles y lubrificantes (-9,7 %), textiles, confecciones y calzados (-22,7 %), y equipos para oficina e informática (-16,2 %).
Las ventas de vehículos y motocicletas, sector que no integra el indicador general, terminaron el año con una reducción del 13,7 %.
El comercio es uno de los pocos sectores que terminó 2020 en terreno positivo en Brasil, cuya economía, según las últimas proyecciones, sufrió una fuerte retracción del 4,5 % el año pasado como consecuencia de la pandemia.
La esperada recuperación económica de Brasil en 2021, para cuando se espera un crecimiento del 3,5 %, depende no sólo de un mayor control sobre la pandemia y del avance de la campaña de vacunación sino también de que el consumo mantenga el ritmo con que venía en los últimos meses del año pasado.
Pero los analistas alertan que el consumo puede sufrir un freno en 2021 debido a que el Gobierno suspendió en diciembre el subsidio que distribuyó mensualmente entre 67 millones de desempleados, informales y pobres para ayudarlos a paliar los efectos de la pandemia.