Río de Janeiro, 17 feb (EFE).- Los beneficios de los cuatro mayores bancos de Brasil sumaron 61.000 millones de reales (unos 11.296 millones de dólares) en 2020, lo que supone una caída del 24,4 % en relación con los de 2019 y su mayor retroceso en 21 años, según un estudio divulgado este miércoles por la firma Economática.
Si se tiene en cuenta la corrección monetaria por la inflación, la caída sube al 26,6 %, ya que en 2019 la utilidad nominal conjunta de los bancos Bradesco, Itaú, Banco do Brasil y Santander fue de 81.500 millones de reales (unos 15.092 millones de dólares), el mejor resultado desde 1994.
De acuerdo con el análisis de la consultora, Itaú, mayor banco privado de Brasil, tuvo entre los cuatro el mejor resultado el año pasado, con una ganancia anual de 18.900 millones de reales (unos 3.500 millones de dólares), seguido de Bradesco, con 16.500 millones de reales (unos 3.055 millones de dólares).
El Santander ocupó el tercer lugar, con ganancias por 13.400 millones de reales (unos 2.481 millones de dólares) y el Banco do Brasil, controlado por el Estado pero con acciones en bolsa, se ubicó en la cuarta posición, con utilidades por 12.600 millones de reales (unos 2.333 millones de dólares).
El estudio de la firma Económatica consolidó los resultados de los cuatro mayores bancos de capital abierto en el gigante suramericano con base en los estados financieros entregados por las instituciones entre 1994 y 2020.
Sin tener en cuenta la corrección monetaria, el mayor retroceso de los cuatro bancos fue en 1995, con una caída en las utilidades de -735 % con relación a 1994, como consecuencia de la crisis financiera mundial en el momento generada por México y Rusia.
El estudio también analizó el retorno sobre el patrimonio (ROE), que es el resultado del beneficio neto dividido por el patrimonio neto promedio y que en 2020 fue del 12,06 % para los cuatro bancos, el valor más bajo registrado desde 1995, cuando el ROE promedio fue del 10,56 %.
Las utilidades de los cuatro mayores bancos de Brasil fueron impactadas por la pandemia del coronavirus y por el fuerte aumento de provisiones que todo el sector tuvo que reservar para cubrir créditos de dudoso cobro.
La llegada de la covid a Brasil generó una profunda crisis en el país tras la paralización de las actividades entre marzo y mayo del año pasado, cuando se decreto el aislamiento social para evitar la propagación del virus.
Según las últimas proyecciones de los economistas y el Gobierno, Brasil sufrió una retracción de su economía cercana al 4,5 % en 2020.
La caída del PIB en 2020 interrumpió tres años consecutivos de crecimiento económico tras la histórica recesión que el país sufrió en 2015 y 2016, cuando la economía se contrajo cerca de siete puntos porcentuales.