Brasilia, 26 feb (EFE).- La deuda pública de Brasil subió en enero hasta alcanzar el equivalente del 89,7 % del producto interno bruto (PIB) del país, mientras que el déficit fiscal interanual bajó ligeramente, informó este viernes el Banco Central.
La deuda aumentó desde el 89,2 % del PIB registrado en diciembre pasado, hasta el 89,7 % de enero, debido, entre otros factores, a la incorporación de intereses nominales y la fuerte depreciación del real brasileño, de acuerdo con el órgano emisor.
Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, atraviesa una grave crisis fiscal, agravada por la pandemia, que ha disparado el gasto público a niveles récord en un intento por paliar los efectos económicos del nuevo coronavirus.
Pese a ello, las cuentas públicas brasileñas registraron en enero pasado un déficit nominal interanual levemente inferior, al pasar del 13,69 % al 13,67 % del PIB.
El descenso del déficit interanual fue posible gracias al superávit registrado en enero, cuando el sector público tuvo un resultados positivo nominal, que incluye los intereses de la deuda, de 17.928 millones de reales (3.250 millones de dólares).
El superávit de enero contrasta con el déficit de 75.808 millones de reales (13.800 millones de dólares) de diciembre y coincide con el fin del programa de subsidios destinado a trabajadores informales, desempleados y familias pobres que el Gobierno de Jair Bolsonaro impulsó durante el año pasado para paliar los efectos económicos de la covid-19.
La distribución de esas ayudas, que llegaron directamente a cerca de 70 millones de brasileños de un total de 212 millones, evitó una caída mayor del PIB -que se estima que será entre el 4 y el 5 %-, pero disparó los niveles de déficit y deuda pública.
Brasil cerró 2020 con un déficit nominal equivalente al 13,70 % del PIB, el peor resultado desde 2001 y casi el triple del registrado en 2019 por ese aumento del gasto, que coincidió además con el desplome de la recaudación tributaria.
El presidente Jair Bolsonaro, que alcanzó niveles de popularidad récord mientras duró el reparto de la llamada «paga covid», confirmó en la víspera que su Gobierno estudia el retorno de esos subsidios ante la alta incidencia de la crisis sanitaria, que deja ya en el país más de 250.000 muertos y casi 10,4 millones de casos.
El líder ultraderechista dijo en su tradicional transmisión vía redes sociales que conversó con miembros del Gobierno y que el ministro de Economía, Paulo Guedes, evalúa un nuevo plan de subsidios, que consistiría en 250 reales (unos 45 dólares) mensuales por un periodo de cuatro meses.
El nuevo programa de subsidios, según Bolsonaro, es analizado también con la Cámara de Diputados y el Senado, que deberán dar el visto bueno para los créditos extraordinarios que serán necesarios para financiarlos.