La Habana, 14 abr (EFE).- Los ganaderos cubanos podrán vender libremente sus excedentes de carne, leche y productos lácteos siempre que cumplan con sus compromisos de entregas al Estado, una medida que llega en medio de una fuerte escasez de alimentos en el país caribeño.
Esta histórica reivindicación de los campesinos forma parte de un paquete de 63 medidas aprobadas por el Gobierno la víspera para «potenciar la producción de alimentos», la principal prioridad oficial en este momento en Cuba para enfrentar el más acuciante de los problemas derivados de su peor crisis en tres décadas.
Los productores privados podrán comercializar estos productos siempre y cuando «no haya decrecimiento de la masa ganadera», según anunció el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en una reunión con productores agropecuarios, expertos y científicos.
El Estado seguirá comprándole a los productores el litro de leche de vaca a 7,5 pesos cubanos (30 centavos de dólar) y a 9 pesos (37 centavos de dólar) cuando este «cumpla o sobrecumpla el plan de entrega mensual a la industria», de acuerdo a la información difundida en el encuentro y recogida este miércoles por medios estatales.
El paquete de medidas incluye también la reducción de las tarifas de electricidad y agua en todas las actividades agropecuarias, otro asunto que había centrado las reclamaciones de los campesinos, en especial desde principios de este año cuando el proceso de unificación monetaria y cambiaria disparó los precios.
Durante varias décadas los agricultores y ganaderos solo han podido venderle a la empresa estatal de Acopio a precios fijados por el Estado, lo que ha generado fuertes insatisfacciones por retrasos en los pagos o incumplimientos de la recogida por parte de la entidad.
Los altos precios de los alimentos y el difícil acceso a ellos debido al desabastecimiento han sido motivo de descontento popular durante muchos años en Cuba y la situación se ha agravado en el último año a consecuencia de la pandemia del coronavirus y el endurecimiento del embargo de Estados Unidos.
Cuba importa más del 80 % de los víveres que consume, lo cual representa un gasto anual de 2.000 millones de dólares, según datos oficiales.
En el caso de la carne de res, el Código Penal sanciona el sacrificio y venta ilegal de ganado mayor, así como a quienes la compren con penas que van desde los 4 hasta los 10 años de prisión.
Más de la mitad de la producción agropecuaria local está en manos del sector no estatal, que tiene cultivado el 66 % de la tierra, reflejó, por su parte, el economista cubano Omar Everleny en su artículo «Apuntes para un propósito de la agricultura cubana», publicado en el portal web Oncuba.
El reordenamiento del sector agrícola para aumentar la producción de alimentos, asunto considerado de «seguridad nacional», es parte de las reformas económicas impulsadas en 2011 por el expresidente cubano Raúl Castro.
Economistas y expertos en política cubana confían en que el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), que comienza este viernes, acuerde acelerar estas medidas aperturistas para enfrentar la complicada situación económica del país.