Santiago de Chile, 5 may (EFE).- La aerolínea Latam, la más grande de Latinoamérica, presentó este miércoles su estrategia de sostenibilidad con la que pretende compensar el 50 % de las emisiones domésticas en 2030 y ser carbono neutro en 2050.
El grupo anunció que trabajará en la reducción de sus emisiones mediante la incorporación de combustibles sostenibles y «nuevas tecnologías de aviación», mientras que en paralelo «intervendrá en ecosistemas icónicos de Sudamérica como la Amazonía, el Chaco, los Llanos del Orinoco y el bosque del Atlántico», entre otros.
«Hoy no basta con hacer lo de siempre. Como grupo tenemos la responsabilidad de ir más allá en la búsqueda de soluciones colectivas. Queremos ser un actor que promueva el desarrollo social, medio ambiental y económico de la región», indicó en rueda de prensa el CEO de la compañía, Roberto Alvo.
La compañía, nacida en 2012 de la fusión entre la chilena Lan y la brasileña Tam, también busca generar cero residuos en los vertederos en 2027, para lo que «se eliminarán los plásticos de un solo uso antes del 2023 y se ampliará el programa de reciclaje a bordo en todas las rutas domésticas», indicó el grupo.
También se va a implementar un programa de reciclaje de uniformes en todos los países y «un plan de reemplazo de materialidades a bordo por elementos compostables, reciclables o certificados», apuntó.
«Estamos enfrentando un momento crítico en la historia de la humanidad, con una grave crisis climática y una pandemia que ha cambiado nuestra sociedad», agregó el directivo.
La aerolínea tiene suspendidos la mayoría de sus vuelos internacionales desde y hacia Chile desde inicios de abril, cuando el país andino decretó un nuevo cierre de fronteras hasta junio para contener la pandemia, que mantiene al límite los hospitales.
La incertidumbre económica mundial generada por la covid-19 y las restricciones de viaje impuestas por varios países fueron ahogando paulatinamente a Latam, que finalizó el año 2020 con una caída en sus ingresos del 58,4 % y una pérdida neta de 4.545,9 millones de dólares.
En mayo del año pasado, la compañía se acogió al capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense para reestructurar sus pasivos financieros y administrar su flota.
Antes de la crisis sanitaria, la aerolínea operaba cerca de 1.400 vuelos diarios a 145 destinos en 26 países y contaba con una flota de 332 aviones.