Quito, 6 may (EFE).- La quinta parte de las mujeres en Ecuador sobrevive con un ingreso promedio de 42 dólares al mes, reveló este jueves el ministro de Trabajo, Andrés Insch, en una rendición de cuentas virtual sobre la labor de su cartera en 2020.
El titular de Trabajo resaltó la importancia de revertir la situación laboral de las mujeres en el país andino, donde únicamente 3,3 millones forman parte de la población económicamente activa.
Ecuador tiene una población de 17 millones de personas, de la que la económicamente activa es de 7,6 millones de personas y la inactiva de 4,9 millones de personas, de acuerdo con las estadísticas oficiales correspondientes al año pasado.
El ministro precisó que solo el 23,9 % de las mujeres que trabajan tiene un empleo adecuado, mientras que el 20 % se encuentra en situación de subempleo y empleo no remunerado.
La desigualdad es tan grave, que el 15,3 % de las mujeres tiene ingresos menores que los de los hombres, a pesar de realizar el mismo trabajo, y el 33 % tiene menos acceso a un empleo adecuado que un hombre, detalló Isch.
«Es la acción más importante que tiene el país en términos de empleo», manifestó el responsable de Trabajo al referirse al principal desafío que afronta su labor.
Por tal motivo, el pasado 8 de marzo el ministerio presentó el Proyecto de Ley Orgánica de Economía Violeta al objeto de impulsar el trabajo de la mujer, así como la igualdad de oportunidades.
Entre otros aspectos, la iniciativa propone la implementación de licencias de maternidad y lactancia.
«Queremos romper ese prejuicio perverso que dice que las mujeres, sobre todo las mujeres en edad de ser madres, son más caras y que son un problema para las empresas», advirtió la autoridad.
De igual forma, la normativa busca atacar los problemas más graves que tienen las mujeres en el sector laboral y plantea mecanismos para reducir las prácticas discriminatorias, así como incentivos tributarios para las empresas que abran plazas de trabajo y sean otorgadas a mujeres.
Además, incorpora una transitoria que obliga a las empresas en un plazo de 5 años a tener por lo menos una mujer en puestos directivos o cualquier organismo de dirección, ya que, según adujo el ministro, estas «convierten a las empresas, en empresas mucho más exitosas», siendo el «45 % más rentables y un 70 % más productivas».