Buenos Aires, 8 may (EFE).- El presidente de Argentina, Alberto Fernández, iniciará este domingo una gira por Europa en tiempo de descuento en las negociaciones con el Club de París, grupo con el que el país suramericano podría entrar en cese de pagos si no logra antes de que concluya mayo un acuerdo de refinanciación de deudas por 2.400 millones de dólares.
La gira de Fernández, quien viaja junto al ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, y el canciller, Felipe Solá, incluye paradas en Portugal, Francia, Italia y España, estos últimos tres países parte de los 22 miembros permanentes del Club de París.
Además, en el caso de Francia, esa nación cuenta con una silla propia en el directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo con el que Argentina negocia desde el año pasado refinanciar deudas por unos 45.229 millones de dólares -sobre préstamos originales por 44.128 millones-.
Fernández se reunirá el domingo con el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, y el lunes con el primer ministro, Antonio Costa, para luego volar a España, donde el martes mantendrá encuentros con el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En Francia, Fernández se reunirá el miércoles con el presidente Emmanuel Macron, mientras el jueves, ya en Italia, mantendrá una audiencia con el Papa Francisco y encuentros con el presidente Sergio Mattarella y con el primer ministro, Mario Draghi.
CUENTA REGRESIVA
La actual deuda que Argentina mantiene con el Club de París proviene de un acuerdo de pagos sellado con ese grupo en 2014, durante el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015), cuando se renegociaron los vencimientos que el país tenía pendientes tras haber caído en cese de pagos a finales de 2001.
El acuerdo de 2014 estableció un periodo de pago de cinco años, hasta mayo de 2019, que podría extenderse por dos años mas, sin periodo de gracia y sin quita de capital ni intereses.
Llegado mayo de 2019, durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), quedó pendiente de pago un saldo sobre la deuda total de cerca de 1.900 millones de dólares.
Bajo la posibilidad de extensión por dos años del plazo de pago del saldo adeudado, aunque con una tasa de interés mucho mayor, Argentina debía pagar en mayo de 2020 unos 2.125 millones de dólares, pero el Gobierno de Alberto Fernández, en medio de tensiones financieras, decidió no afrontar el vencimiento y solicitar al Club de París negociar una extensión de las fechas de vencimiento y una reducción «significativa» de la tasa de interés.
Ahora, la deuda que Argentina debe afrontar asciende a unos 2.400 millones de dólares, entre capital e intereses, pero el país, en severa recesión desde 2018 y con reservas monetarias muy limitadas, asegura que no tiene recursos para pagarla.
El acuerdo de 2014 establece que si Argentina no salda toda su deuda con el Club de París antes del próximo día 30, el grupo puede declarar a partir de los 60 días luego de esa fecha que el país está en «default» con sus acreedores miembros del foro.
UN ACUERDO CON EL FMI COMO CONDICIÓN
Por lo demás, el propio Guzmán ha reconocido que es «usual» que, para conceder una reprogramación de pagos, el Club de París solicite que haya un programa vigente con el FMI.
De hecho, según consta en los «principios» del Club de París, ésta es una de sus condiciones para reestructurar deudas ya que el tratamiento que da a la deuda se basa en los parámetros financieros incluidos en el programa que el país tenga vigente con el FMI.
El ministro argentino realizó hace un mes una gira por Europa que incluyó conversaciones de alto nivel con autoridades de Alemania, Francia, Italia y España, y con el presidente del Club de París y director general del Tesoro francés, Emmanuel Moulin.
No se hicieron públicos detalles de los resultados de esas conversaciones, ni si será posible un acuerdo con el FMI antes de que finalice mayo o, incluso, antes de que concluya julio para evitar así el «default» con el Club de París, o si el foro está dispuesto a conceder una salida a Argentina sin contar aún con un programa cerrado con el Fondo.
Pero Guzmán sí recalcó que se necesita una «redefinición de los compromisos» con el grupo de países acreedores para que Argentina no tenga que enfrentar «un shock que dañe la economía» en momentos en que busca recuperarse del desplome del 9,9 % en 2020.
Natalia Kidd