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25 de noviembre de 2024

La «taza de café sostenible» cambia vidas de campesinos en Nicaragua

Managua, 20 may (EFE).- La «taza de café sostenible», un concepto de producción en base de buenas prácticas ambientales, ha cambiado la vida de un grupo de campesinos en el norte de Nicaragua, quienes, junto a sus empresas socias, se benefician con sobreprecios de hasta 70 dólares por quintal en Nueva York.

Hasta mediados de la década pasada 18 familias del municipio de Rancho Grande, 221 kilómetros al norte de Managua, vivían el día a día con el cultivo de granos, como maíz y frijoles, sin embargo sus vidas dieron un salto de calidad con un modelo desarrollado por la firma Exporta Atlantic S.A. (EXPASA), que consiste en producir café y madera preciosa en armonía con la naturaleza, cerca de la Reserva Kuskawas, una zona indígena.

«Pasaron de tener parcelas deforestadas, con pastizales, o con cultivos de subsistencia (maíz y frijoles) a tener un rentable sistema agroforestal de café con la variedad Marsellesa», explicó, por su lado, la organización internacional Rikolto, que apoya ese proyecto.

La estrategia de EXPASA se basó en una «relación ganar-ganar», en la que salían beneficiados los campesinos, la empresa y el medio ambiente.

TRATO JUSTO

Así, campesinos como Oscar Siles, quien ganaba 288 dólares al año con la siembra de granos básicos en su pequeña finca, ahora obtiene 2.285 dólares con la producción de café, que entrega en su totalidad a EXPASA.

El trato es justo, porque, tanto campesinos como la exportadora, se reparte las ganancias en partes iguales, con base en lo que produce la parcela y el precio obtenido en el exterior.

Para llegar a este punto, Siles formó parte de un grupo de 28 pequeños productores capacitados en administración, certificación y comercialización de café en la Escuela Nacional de Café de Ocotal, un municipio norteño.

Los campesinos además recibieron la tecnología necesaria para el establecimiento y manejo de la producción, como fertilizantes, asistencia técnica o capacitaciones específicas. Incluso pueden frenar enfermedades como la roya, y no tienen que hacer más que entregar la cosecha en café uva.

La estrategia «permite adoptar las buenas prácticas agrícolas, desarrollar el conocimiento en conjunto, y brindar acceso al mercado formal y de alto valor a la producción de los pequeños productores», explicó el gerente de Sistema de Manejo Sostenible de EXPASA, Edgardo Alpízar.

Además facilita entregas de café en el mismo día del corte. «Eso garantiza consistencia de calidad, cantidad, y constancia», agregó.

GANANCIAS A LARGO PLAZO

Si las ganancias de los campesinos se dispararon en el corto plazo, estas podrán mejorar a la vuelta de 15 años, cuando los árboles de madera preciosa sembrados en sus parcelas sean comercializables, o sus copas sean suficientes para ingresar en el mercado de carbono.

Por ahora, EXPASA, a través de la Fundación Nicafrance, su brazo social, está midiendo la captura de carbono de esos árboles, así como el Índice de Progreso Social en la zona, y desarrolla un Índice de Impacto en la Biodiversidad junto con el Laboratorio de Ornitología de Cornell, para conocer la sanidad de dichos ecosistemas.

El esfuerzo involucra a niños de las escuelas comunales, bajo la «Iniciativa Pájaro-Café», en la que los menores identifican y estudian las aves del lugar, afirmó la directora de la Fundación, Teresa Ruiz.

DE CAZADORES A CONSERVADORES

Según Siles, los muchachos que antes cazaban aves, ahora las aprecian y protegen.

Las mujeres también aprecian sus nuevas vidas, con casas cuyos pisos ya no son de tierra, cuentan con fogones mejorados o cocinas con chimeneas que no las exponen al humo, tienen techos nuevos, lavaplatos, baños con ducha, lavaderos y filtros de agua, cuentan Siles y Aldo Antonio Chavarría, otro campesino beneficiado.

Las viviendas son mejoradas con aportes de EXPASA que los campesinos pagan con las buenas ganancias que les deja el café, en las comunidades Cerro Grande, La 12 de Octubre y Luis Alfonso Velásquez.

De acuerdo con Rikolto, unas 300 personas ya han sido beneficiadas de diferentes maneras con el sistema «taza de café sostenible».

Dado su éxito, EXPASA planea extender el modelo al municipio de San Sebastián de Yali, también en el norte de Nicaragua.

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