Lima, 1 jun (EFE).- Organizaciones de la sociedad civil pidieron al presidente peruano, Francisco Sagasti, que observe un proyecto de ley que promueve la construcción de una carretera entre Perú y Brasil que afectaría reservas naturales y «pone en riesgo» a poblaciones de la Amazonía.
El pedido formal a Sagasti fue remitido por la asociación civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) y se sumó a solicitudes similares enviadas por organismos como la Defensoría del Pueblo, según informó la organización este martes a Efe.
La comunicación pidió al gobernante que no promulgue una ley aprobada por el Congreso que impulsa la integración multimodal entre Perú y Brasil, y permite la construcción de la carretera entre la ciudad peruana de Pucallpa y la brasileña Cruzeiro Do Sul.
DIFERENTES ALERTAS
DAR indicó que se han emitido diferentes alertas sobre esta carretera, que tendría cerca de 250 kilómetros y atravesaría, por el lado brasileño, el Parque Nacional da Serra do Divisor, una de las áreas más biodiversas del mundo y declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 2017.
Por el lado peruano, agregó, podría generar riesgos socio-ambientales a la propuesta de Área de Conservación Regional Alto Tamaya – Abujao y a la Reserva Indígena Isconahua para pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial, en la región amazónica de Ucayali.
Al respecto, el líder de la etnia asháninka y presidente de la organización indígena regional de Ucayali ORAU, Berlin Diques, afirmó que Sagasti «no debe permitir que avance este proyecto de carretera que no ha sido consultado, y mucho menos cuenta con nuestro consentimiento».
«Este proyecto expondría a nuestros hermanos isconahuas, quienes son más vulnerables y no tienen contacto con la sociedad. Además, esta propuesta multiplica el peligro en que viven las comunidades del área, poniendo una vía de contacto en una zona de narcotráfico», sostuvo.
Precisamente, DAR alertó que el proyecto representa «un serio riesgo» de que se potencie el narcotráfico en esa zona amazónica, ya que la carretera podría facilitar el movimiento de esa actividad ilegal en la región con mayor número de casos de afectaciones a defensores ambientales.
ALTO RIESGO AMBIENTAL
Añadió que el parque da Serra do Divisor es «un área natural de alto nivel de biodiversidad y protección», que afrontaría un «muy alto» riesgo ambiental por deforestación, migración y actividades ilegales.
«La integración, la conectividad y el comercio son necesarios para el desarrollo local, pero usando vías que representen una inversión sostenible y un menor impacto social y ambiental. Son necesarios estudios ambientales que identifiquen los impactos acumulativos y sinérgicos que podría traer el proyecto», remarcó la vicepresidenta de DAR, Vanessa Cueto.
La organización agregó que en el área «se identifican, del lado peruano, al menos 10 comunidades nativas de los pueblos shipibo y asháninka, pero no se han realizado mecanismos de participación ni consulta previa».
«Mediante la consulta previa los pueblos indígenas, que somos directamente afectados, podemos buscar acuerdos que respondan a nuestras necesidades y disminuyan los impactos que puedan traer estos proyectos. La reactivación económica no puede ser bajo ninguna manera una excusa para evitar o recortar el derecho que tenemos a la consulta previa», concluyó Diques.