Morelia (México), 1 jul (EFE)- Armados con rifles de asalto, cientos de hombres han instalado barricadas para proteger la zona productora de aguacate en al menos cuatro municipios del occidental estado mexicano de Michoacán. Pero las autoridades estatales analizan desmantelar a estos civiles pues ven indicios de que son auspiciados por el narcotráfico, muy presente en la región.
Informes del Gobierno de Michoacán dan cuenta del surgimiento de estos grupos autodenominados como Pueblos Unidos apenas hace dos meses, aunque integrantes de esta especie de civiles autodefensas revelan que operan desde hace un año en los municipios de Tancítaro, Salvador Escalante, Nuevo Urecho y Ario de Rosales.
Israel Patrón Reyes, secretario de Seguridad Pública en Michoacán, advirtió de que investigaciones del área de inteligencia del gobierno del estado apuntan a que los grupos de Pueblos Unidos podrían estar auspiciados por al menos dos cárteles de la droga y que sus integrantes podrían ser detenidos de un momento a otro.
“En algunos casos, hemos tenido información que quienes están generando estas barricadas son precisamente grupos armados en conflicto con otros y que pretenden apoderarse de algún territorio. (…) Hay una línea (de investigación) que lleva a Tierra Caliente, que es donde se han manifestado el mayor número de grupos a través de barricadas y que se hacen llamar autodefensas”, explicó recientemente Israel Patrón.
Pero los civiles rechazaron la acusación de Patrón Reyes y la tarde de miércoles protestaron en la plaza principal de Ario de Rosales, exigiendo que la Policía Estatal y la Guardia Nacional instalen puestos de control en la región.
PIDEN SEGURIDAD
Efe realizó un recorrido en la zona aguacatera del municipio de Ario de Rosales, donde integrantes de cuatro barricadas rechazaron la acusación de Patrón Reyes y aseguraron que se levantaron en armas para combatir delitos como el secuestro y la extorsión que padecían campesinos y productores.
“El pueblo se está levantando en armas temiendo al secuestro, a las extorsiones. Si alguien llegara a atreverse a meterse al pueblo pues que le vaya pensando dos veces, porque no va a salir vivo, aquí estamos los Pueblos Unidos”, mencionó un hombre que cuida uno de los puestos de control.
En tanto, otro miembro de Pueblos Unidos de la comunidad de Pablo Cuin afirmó que han logrado terminar con los secuestros y extorsiones en la zona, a través de jornadas de vigilancia de varios equipos de vigilancia.
En otra barricada, un joven reveló que Pueblos Unidos se levantó contra Los Viagras, el temido brazo armado del cártel de La Nueva Familia Michoacana, que les exigía cuotas de hasta 50.000 pesos (unos 2.500 dólares) por cada hectárea sembrada de aguacate.
LO DESCONOCEN
La Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate del Estado de Michoacán (APEAM), la principal empresa facilitadora de la exportación del fruto, informó que no tiene ningún reporte de conflictos o inseguridad en huertas de sus socios.
La APEAM precisó que, en la temporada 2020-2021, Michoacán logró exportar tan solo a Estados Unidos un total de un millón de toneladas de aguacate, una cifra récord en los últimos 20 años, cuando en 1999 la exportación apenas alcanzó las 41.118 toneladas.
A través de la APEAM, Michoacán exporta aguacate a 34 países, desde Estados Unidos a España o Japón.
ANTECEDENTES
El 24 de febrero del 2013, Hipólito Mora Chávez, un productor de limón de la Tierra Caliente de Michoacán, encabezó el levantamiento en armas de los civiles grupos de autodefensa para combatir al Cártel de Los Caballeros Templarios, la organización criminal hegemónica en ese tiempo en Michoacán.
El movimiento se inició en La Ruana, un poblado del municipio de Buenavista Tomatlán, y se expandió con los meses a una treintena de municipios, suplantando a la extinta Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y a la Secretaria de Seguridad Pública de Michoacán (SSP) en labores de seguridad y justicia.
El propio Mora Chávez dijo a Efe que con el paso del tiempo los grupos de autodefensa fueron infiltrados por miembros del crimen organizado, a través de líderes que fueron captados por la delincuencia.
En Michoacán, las fiscalías General de la República (FGR) y General del Estado (FGE) han identificado la presencia de al menos nueve cárteles de droga en la región.
Estas organizaciones delictivas son el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana, La Nueva Familia Michoacana (escisión de la anterior), Cártel de Los Caballeros Templarios, Cártel del Camaleón, Cártel de Los Correa, Cártel de Zicuirán, Cártel de Los Reyes y Cártel de Tepalcatepec.