Buenos Aires, 1 jul (EFE).- La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, reclamó este jueves un debate político amplio sobre cómo hará su país para pagar la duda por unos 46.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Debemos hacer todos un gran esfuerzo para encontrar una forma de abordaje y de discusión de nuestros problemas (…) y cómo vamos a afrontar este endeudamiento que tenemos que pagar en este Gobierno, pese a que no lo contrajimos», dijo Fernández en un acto en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora.
Desde el año pasado, Argentina negocia con el FMI la refinanciación de deudas por préstamos originales por unos 44.000 millones de dólares concedidos al país suramericano en el marco de un acuerdo «stand-by» de auxilio financiero por un total de 56.300 millones de dólares firmado en 2018 por el entonces Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) con el organismo.
Las deudas a refinanciar ascendían a mayo pasado a 46.105 millones de dólares, según datos de la Secretaría de Finanzas de Argentina.
Fernández, quien gobernó el país entre 2007 y 2015, dijo que el pago de la deuda al FMI debe ser discutido por todos los que tienen representatividad política en Argentina.
«Pero fundamentalmente queremos escuchar a los que la contrajeron para ver cómo hacemos para pagar esto sin someter al hambre y al escarnio una vez más al pueblo argentino», sostuvo.
Para la vicepresidenta, el crédito contraído en 2018 fue «casi criminal» y generó un nivel de endeudamiento con el organismo «feroz» y que constituye «una restricción tremenda» y «sin precedentes».
«El FMI va a pretender condicionarnos en las políticas económicas», afirmó.
Según lo pactado en 2018, la nación suramericana debe comenzar a cancelar el capital de los créditos recibidos a partir de septiembre próximo (cuando vence un pago de capital por 1.911 millones de dólares) y hasta 2024, pero el Gobierno argentino asegura que el país no tiene capacidad de pago.
Por eso, el Ejecutivo argentino pretende alcanzar con el FMI un acuerdo de facilidades extendidas, con menores tasas de interés y plazos de pago de como mínimo 10 años, aunque sectores del kirchnerismo pretenden incluso plazos de pago de hasta 20 años.
Las negociaciones son comandadas por el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, quien tiene previsto reunirse con representantes del Fondo este mes, en el marco de las reuniones del G20 en Italia.
«Nuestro objetivo es tener un buen acuerdo. Cuanto antes, mejor, pero la prioridad es que sea bueno», dijo Guzmán la semana pasada.
