La Paz, 22 jul (EFE).- El presidente boliviano, Luis Arce, aseguró este jueves que la estimulación de la demanda interna o un «shock de demanda» ha sido una de las medidas fundamentales para el repunte de la economía de Bolivia en tiempos de la covid-19 con un 5,3 por ciento en el primer cuatrimestre del año.
La «primera tarea de toda política económica que quiera reaccionar frente al coronavirus tiene que ser el shock de demanda», aseguró Arce durante un discurso en la «XIV Jornada Monetaria» que organizó el Banco Central de Bolivia en La Paz y que trató sobre la relación entre políticas económicas y la pandemia.
Arce se refirió a los efectos en la economía como las cuarentenas rígidas que, a su juicio, se comparan con un «coma inducido» sobre la demanda interna que cae y que se concentra únicamente en el consumo «tradicional» como la alimentación o las comunicaciones.
El mandatario, economista y ministro de Economía durante varios años durante el Gobierno de Evo Morales, aseguró que Bolivia necesitaba ese «shock» en medio de un contexto internacional en el que los «grandes mercados» pasaron de ser «afines a la globalización» a asumir un «proteccionismo» muchas veces «recalcitrante».
Arce se refirió también a otro «shock» posterior al primero como la «reactivación del área productiva» mediante la «inversión pública», algo que consideró de que no debiera detenerse «ni siquiera en tiempos de pandemia».
El jefe de Estado apuntó que esas medidas son las que su Gobierno efectuó desde que llegó al poder en noviembre del año pasado y que una muestra es que la economía boliviana ha ido creciendo «con números positivos en el primer cuatrimestre» del año.
Algo que se está complementando con la «sustitución de importaciones» como la construcción de una planta de diésel ecológico que, según dijo, tendrá efectos positivos sobre la balanza comercial y las reservas internacionales.
El presidente boliviano destacó el retorno al Modelo Económico Social Comunitario Productivo tras «el retorno del modelo neoliberal» durante la Administración del Gobierno interino.
Ahora «el Estado retoma el control de la economía, el Estado dirige hacia dónde vamos y qué queremos», remarcó Arce.
Recientemente, el Ministerio de Economía confirmó que la economía boliviana tuvo un repunte de un 5,3 por ciento entre enero y abril entre los que destacan la minería, construcción, hidrocarburos y las manufacturas.
También el incremento de un 15 % en ventas facturadas de restaurantes, hoteles, supermercados y flujo aéreo de pasajeros, que durante abril y mayo mostraron ese crecimiento comparado al mismo periodo del año pasado cuando en el país regía una cuarentena rígida.
Para esta gestión se han asignado 4.011 millones de dólares en inversión pública, según consta en el Presupuesto General del Estado (PGE), tras registrar el 8 por ciento de contracción con el que se cerró 2020.
