Buenos Aires, 2 ago (EFE).- La central hidroeléctrica Yacyretá, que comparten Argentina y Paraguay, dijo este lunes a través de un comunicado que prevé una profundización en la bajada del caudal del río Paraná, que alimenta la represa.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que administra la central, aseguró que en «en función de la persistencia de la actual condición climática imperante en la cuenca de aporte, y a los resultados de los escenarios planteados por los centros climáticos de referencia, visualiza como situación muy probable la profundización de la bajante del río Paraná».
Debido a la escasez de precipitaciones en la cuenca que alimenta al Paraná en Brasil, este río atraviesa una bajada histórica, con niveles no registrados desde 1944.
Según precisó la EBY, durante la última semana el caudal afluente promedio del río Paraná fue de 6.200 metros cúbicos por segundo, mientras que este lunes se encontraba en 5.700 metros cúbicos por segundo.
Para los próximos días, la central, cuya generación de electricidad se ha visto recortada por la bajada del Paraná, espera que el caudal oscile entre los 5.500 y los 6.500 metros cúbicos por segundo.
El caudal afluente en julio estuvo en un promedio de 6.200 metros cúbicos por segundo, el séptimo registro más bajo para este mes de la serie histórica 1901-2020.
Según el comunicado, el escenario climático para el periodo agosto-octubre de 2021 es de una «mayor probabilidad de ocurrencia de precipitación normal o inferior a la normal para la porción argentina de la cuenca del Paraná de aporte directo a Yacyretá».
Las previsiones elaboradas en Brasil marcan también una tendencia con mayor probabilidad de precipitaciones inferiores a la normal en la cuenca de aporte a Yacyretá en territorio brasilero.
Asimismo, el sistema de embalses emplazados en la cuenca del río Paraná en territorio brasilero se encuentra con un almacenamiento ponderado próximo al 35 %, muy por debajo de lo normal.
Debido a la histórica bajada, el Gobierno argentino decretó hace una semana la emergencia hídrica en siete provincias y solicitó a las poblaciones ribereñas moderar el uso de agua potable, cuya fuente es el río.
La situación también ha afectado considerablemente la carga de buques en los puertos fluviales del Paraná, principal vía de salida al Atlántico de los granos y derivados que exporta Argentina.