Río de Janeiro, 5 ago (EFE).- La petrolera brasileña Petrobras invertirá 1.000 millones de dólares en los próximos años en la perforación de ocho pozos exploratorios en sus concesiones en la llamada Margen Ecuatorial con la esperanza de descubrir un nuevo y prometedor horizonte petrolero, dijeron este jueves sus dirigentes.
«Tenemos previsto en nuestro Plan de Negocios invertir hasta 2.025 millones de dólares para perforar hasta ocho pozos en esa región, pero aún no tenemos todas las licencias ambientales», afirmó el director de Exploración y Explotación de Petrobras, Fernando Borges, en una rueda de prensa.
El Margen Ecuatorial comprende las cuencas marinas en el océano Atlántico a ambos lados de la línea del Ecuador, una región que en Brasil incluye la desembocadura del río Amazonas y en las que tanto Guayana como Surinam han descubierto importantes yacimientos.
Borges explicó que en Brasil el Margen Ecuatorial incluye no solo el área frente a la desembocadura del Amazonas, cuya posible exploración ha generado una intensa polémica debido a la existencia de una importante y delicada cadena de corales, sino también las cuencas marinas de Barreirinhas, Pará-Maranhao y Potiguar.
«Tenemos varias concesiones en esas cuatro áreas, pero hasta ahora solo obtuvimos licencias ambientales para explorar una, la de Pitú, una concesión en aguas profundas en la cuenca Potiguar», admitió.
El ejecutivo afirmó que, una vez obtenida la respectiva licencia, lo que se espera para este año, el plan de Petrobras es perforar dos pozos y después los otros seis dependiendo de los resultados.
«El trabajo exploratorio depende del resultado que se vaya obteniendo. Si se descubren reservas se puede proseguir, pero en caso contrario hay que revisarlo», dijo.
Borges afirmó que Petrobras considera la Margen Ecuatorial como un horizonte exploratorio bastante «interesante» y «prometedor», y citó los hallazgos en el área de Guayana y Surinam, en que ya han sido confirmadas reservas con 10.000 millones de barriles.
«Vemos los grandes éxitos de Guayana y Surinam en esas áreas y tenemos una concesión a unos 30 kilómetros del límite con Guayana. Aún esperamos las licencias ambientales para explorar en la última frontera que Petrobras y Brasil tienen y que puede asemejarse en términos de volumen al presal», dijo.
El presal es el horizonte que Petrobras descubrió en aguas muy profundas del Atlántico debajo de una capa de sal de dos kilómetros de extensión y cuyas gigantescas reservas están convirtiendo a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de petróleo.
Petrobras, una empresa controlada por el Estado pero con acciones cotizadas en bolsa, cuenta con seis concesiones para explotar hidrocarburos en un área a unos 120 kilómetros de litoral del estado de Amapá frente a la desembocadura del Amazonas.
Los derechos sobre esas áreas fueron adjudicados en 2013 a un consorcio conformado por el gigante energético francés Total (40 %), la británica BP Energy (30 %) y Petrobras (30 %), pero las empresas europeas, presionadas por grupos ecologistas de sus países, abandonaron el proyecto y le vendieron sus partes a la brasileña.
Diferentes grupos ecologistas han denunciado el peligro que corren los arrecifes coralinos en la región, de gran riqueza biológica y descubiertos muy recientemente, en caso de que se produzca un accidente en operaciones petroleras.
Borges agregó que el Plan de Negocios de Petrobras prevé la perforación de una veintena de pozos exploratorios en 2021 y 2022 (once en la cuenca marina de Campos, seis en la cuenca marina de Santos, dos frente al estado de Espíritu Santo y dos en el Margen Ecuatorial) debido a que la empresa, como cualquier petrolera, tiene que renovar constantemente las áreas explotadas.
«La producción de los yacimientos cae naturalmente entre el 10 % y el 12 % al año, y por eso tenemos que hacer esfuerzos importante para descubrir nuevos», aseguró.
Según el ejecutivo, para mantener estable su actual producción, que fue de 2,78 millones de barriles diarios de petróleo y gas natural en el primer semestre, Petrobras tiene que agregar cada año 240.000 barriles de nueva producción.
