Río de Janeiro, 5 oct (EFE).- La producción industrial brasileña cayó un 0,7 % en agosto frente a julio afectada principalmente por la falta de componentes y completó tres meses seguidos de resultados negativos, pero acumula un crecimiento del 7,2 % en el acumulado de los últimos 12 meses, informó este martes el Gobierno.
En relación a agosto de 2020, la producción de las fábricas en Brasil también se redujo, igualmente en un 0,7 %, lo que interrumpió la serie de 11 meses seguidos de crecimiento y recuperación tras los meses más difíciles por la pandemia de la covid el año pasado, según el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.
Tras el resultado negativo de agosto, el nivel de la producción industrial se ubicó en un 2,9 % por debajo del que tenía en febrero del año pasado, antes de la pandemia, y en un 19,1 % por debajo del alcanzado en mayo de 2011, cuando alcanzó su máxima histórica.
«La caída de agosto acentúa aún más la distancia tanto en relación al nivel de prepandemia como al punto más alto de la serie histórica», afirmó el economista André Macedo, responsable por los estudios sobre producción industrial del Instituto.
En la reducción de la producción industrial en los últimos tres meses influyó especialmente la falta de componentes demandados por el sector, ya que la escasez mundial de semiconductores tiene paralizados a sectores como el automotor.
El desempeño de la industria en los últimos meses también ha sido afectado por los altos precios de las materias primas y por la fuerte subida de las tarifas de energía eléctrica en medio de la crisis hídrica que enfrenta el país y que tiene en sus niveles mínimos las represas de las hidroeléctricas.
«Hay un desajuste en la cadena productiva provocada aún por la pandemia de la covid, que se refleja en el encarecimiento de los costos de producción y en el desabastecimiento de materias primas para la producción», explicó Macedo.
«Todo eso ha generado dificultades para el avance del sector por el lado de la oferta», agregó el especialista.
El economista agregó que la demanda doméstica también impacta en la caída de la producción industrial debido a que aún hay un elevado nivel de desempleados en Brasil, la renta de los trabajadores se redujo y el poder de compra de las familias se sigue deteriorando por el aumento de la inflación, que ya supera el 8 % interanual.
Pese a los malos resultados de los últimos tres meses, la producción industrial acumula un crecimiento del 9,2 % entre enero y agosto en comparación con los ocho primeros meses del año pasado y una expansión del 7,2 % en los últimos 12 meses hasta agosto frente al período entre septiembre de 2019 y agosto de 2020.
El crecimiento acumulado en 12 meses mantiene su tendencia de elevación (fue del 4,9 % hasta mayo, del 6,6 % hasta junio, del 7,0 % hasta julio y del 7,2 % hasta agosto), pero en un ritmo más lento, lo que muestra que el sector se recuperó con fuerza tras el período más crítico de la pandemia pero que enfrenta nuevas dificultades.
Según las últimas proyecciones de los economistas, tras haber sufrido una caída del 4,1 % en 2020 por los efectos de la pandemia, la producción industrial de Brasil cerrará 2021 con un crecimiento del 5,05 %.
De acuerdo con el estudio divulgado por el IBGE, la producción industrial se redujo en agosto frente a julio en tres de las cuatro grandes categorías del sector y en 15 de los 26 segmentos analizados, principalmente para productos químicos (-6,4 %), productos derivados de petróleo (-2,6 %), vehículos automotores (-3,1 %) y productos farmoquímicos y farmacéuticos (-9,3 %).