Lima, 22 oct (EFE).- El Congreso peruano confirmó este viernes la continuidad del economista Julio Velarde como presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que fue propuesta por el presidente Pedro Castillo a inicios de este mes.
La decisión fue tomada por la Comisión Permanente del Legislativo con 18 votos a favor, 3 en contra y 6 abstenciones.
Previamente, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, recibió un oficio firmado por Castillo y la primera ministra, Mirtha Vásquez, quienes le informaron que Velarde fue ratificado en el cargo mediante un resolución suprema publicada el 8 de octubre en el diario oficial El Peruano.
El Ejecutivo también designó como integrantes del BCRP a los economistas Roxana Barrantes, José Távara y Germán Alarco, cuyos nombramientos deben ser ratificados por el Congreso que, a su vez, debe nombrar a otros tres miembros del directorio.
La continuidad de Velarde al frente del ente emisor fue una de las señales que los sectores económicos y empresariales del país pedían al presidente Castillo para asegurar un manejo eficiente de la política monetaria durante su gestión (2021-2026).
Velarde, quien está al frente del BCRP desde 2006, es un economista de 69 años con maestría y doctorado por la Universidad de Brown, de Estados Unidos, y el Instituto para la Economía Mundial de Kiel, en Alemania.
Además del reconocimiento que se le da en su país por su exitosa labor al frente del BCRP, en 2015 fue distinguido como el Banquero Central del Año en el mundo por la revista The Banker, que en 2020 también lo eligió el Banquero Central del Año para las Américas.
El economista ha continuado con sus funciones durante el actual Gobierno, que comenzó el pasado 28 de julio, a la espera de la confirmación oficial de su permanencia, que el izquierdista Castillo anunció tras ganar la segunda vuelta presidencial de junio pasado a la derechista Keiko Fujimori.
El ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, afirmó que el Ejecutivo coincide con Velarde en que el directorio del ente emisor no debe tener «un criterio político sectario» y estar integrado por «gente absolutamente honesta, sin ninguna mancha de corrupción».