Río de Janeiro, 5 nov (EFE).- Las empresas brasileñas que se adjudicaron este viernes los derechos para operar dos terminales portuarias en el noreste de Brasil, una en el puerto de Maceió y otra en Areia Branca, se comprometieron a invertir 222 millones de reales (unos 40 millones de dólares) en su modernización.
El compromiso fue asumido por la Empresa Alagoana de Terminales, que se adjudicó la concesión para operar la terminal MAC13 en el Complejo Portuario de Maceió, la capital del estado de Alagoas, y por el Consorcio Intersal, que se impuso en la disputa por la licencia sobre la terminal salinero del puerto de Areia Branca (Tersab), en el estado de Río Grande do Norte.
Las dos concesiones por 25 años fueron adjudicadas en una subasta realizada este viernes por el Ministerio de Infraestructura en la bolsa de Sao Paulo y en la que los vencedores se impusieron con sus ofertas financieras iniciales, ya que no enfrentaron rivales.
En una entrevista con Efe, el ministro brasileño de Infraestructura, Tarcisio de Freitas, afirmó que la subasta va a fortalecer al sector azucarero de Alagoas y al de producción de sal en Río Grande do Norte, ambos estados en la región noreste del país.
«En el caso de la terminal salinera fue fundamental para mejorar la logística, porque con la sal, que es un producto de bajísimo valor agregado, necesitamos ser más competitivos y no perder mercado, por ejemplo, con los bajos precios de los productores chilenos», apuntó el ministro.
La Empresa Alagoana de Terminales obtuvo la concesión pese a haber ofrecido tan sólo 15.000 reales (unos 2.678 dólares) por la licencia, mientras que Intersal, también único en pujar, venció con una oferta de 100.000 reales (unos 17.857 dólares) por el derecho a operar la terminal.
El secretario nacional de Puertos y Transportes Acuaviarios del Ministerio de Infraestructura, Diogo Piloni, explicó que el Gobierno no tenía la intención de obtener valores elevados por las licencias, ya que el objetivo de la subasta era garantizar que el concesionario se comprometiera con elevadas inversiones.
Piloni agregó que la subasta permitirá ofrecer una infraestructura más adecuada para terminales importantes para las economías de Alagoas y Río Grande do Norte.
Ello debido a que en la terminal en Areia Branca se embarca gran parte de la sal marina extraída en Río Grande do Norte y a que por la terminal de Maceió pasa parte del azúcar exportado por Pernambuco, un importante productor de caña de azúcar.
Las dos nuevas subastas forman parte del ambicioso programa de concesiones con el que el Ministerio de Infraestructura de Brasil planea atraer inversiones por hasta 260.000 millones de reales (unos 46.903 millones de dólares) en los próximos años.
El plan prevé decenas de concesiones de aeropuertos, puertos, carreteras y ferrocarriles que el Gobierno del presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, pretende subastar hasta diciembre de 2022, cuando concluye su mandato.
Según el Ministerio, las concesiones realizadas desde el inicio del mandato de Bolsonaro garantizaron hasta ahora inversiones por 90.000 millones de reales (unos 16.071 millones de dólares) con la entrega al sector privado de 34 aeropuertos, 6 carreteras, 6 ferrocarriles y 31 arrendamientos de terminales, sin contar las 99 autorizaciones para construir y operar nuevas terminales.
Las próximas subastas previstas para el próximo 19 de noviembre son las de dos terminales en el puerto de Santos, el de mayor movimiento de América Latina, y de otras cuatro terminales en puertos de Paraíba, Santa Catarina, Río de Janeiro y Río Grande do Sul.