Lima, 11 nov (EFE).- Las principales autoridades económicas peruanas, el ministro de Economía, Pedro Francke, y el presidente del Banco Central de Reserva de Perú (BCR), Julio Velarde, elevaron este jueves sus pronósticos de crecimiento económico (de un 11,9 % al un 13,2) para 2021 y su nivel de optimismo ante el desempeño del país ante la «fuerte» recuperación de las expectativas empresariales pese a crisis política.
Durante una presentación de la Universidad del Pacífico, Velarde sostuvo que, de mantenerse el nivel de producción registrado en agosto pasado (18,6 %), el repunte de la economía peruana alcanzaría al cierre de este año el 13,2 %, «una cifra impresionante» que posicionaría al país mejor que algunos de los países más grandes de Europa, en cuanto a recuperación.
La buenas proyecciones fueron compartidas por el ministro Francke, quien declaró que, a pesar de tener un «escenario político bastante crispado y en particular con ciertas voces en el Congreso bastante críticas con el Gobierno», Perú ha vivido recientemente «una recuperación fuerte de las expectativas empresariales».
«La mayor parte de los indicadores empresariales han pasado al tramo optimista. (…) Hay un clima político complejo, pero las empresas están asumiendo que las perspectivas son buenas», apostilló el titular de Economía durante una rueda de prensa con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP).
NIVELES PREPANDEMIA
En ese sentido, Francke afirmó que, a nivel regional, Perú es «uno de los pocos países que ya está claramente por encima del nivel prepandemia».
Según detalló, la economía peruana se posicionó ya a la par de la producción de 2019 en junio de este año, cuando registró un crecimiento del 0,1 % en comparación con el mismo periodo de dos años atrás, y adelantó que los proyecciones del Gobierno estiman que en setiembre último la actividad económica habría avanzado en un 1,8 %.
Sin embargo, el ministro destacó los impactos que aún azotan algunos sectores productivos del país, como la hostelería y aquellos vinculados al turismo externo, que «todavía no se ha recuperado», a diferencia de otros rubros como la construcción, que en la actualidad registra una tasa de crecimiento del 25 % respecto a niveles prepandemia.
NOVIEMBRE: MES DECISIVO
El ministro recordó que, en materia económica, el Gobierno de Pedro Castillo afronta un mes decisivo este noviembre, cuando termina el plazo constitucional del Congreso para aprobar el proyecto de presupuesto del sector público para el año 2022 y espera que el hemiciclo se pronuncie sobre el pedido de facultades legislativas extraordinarias para sacar adelante la reforma tributaria.
Sobre el presupuesto, Francke destacó la reducción del déficit fiscal al 3,7 % del PIB para el próximo año y se refirió a la colocación «bastante exitosa» de bonos al mercado internacional.
«Ayer hemos colocado bonos por 1.000 millones de euros con una tasa de 2 % anual, que es una tasa sumamente exitosa y baja, y muestra el grado de confianza que hay a nivel internacional en el Perú», declaró.
MAYOR PRESIÓN FISCAL
En relación con la reforma tributaria que planea aplicar el Ejecutivo del izquierdista Castillo, que asumió el poder el pasado mes de julio, Francke comentó que tiene el objetivo de ampliar la recaudación fiscal, que en el país supone alrededor del 20 % del PIB, lejos del 27 % de Latinoamérica y casi la mitad del 40 % de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
«Tenemos una presión tributaria que no nos permite tener los derechos básicos que los peruanos necesitan», se lamentó el ministro, quien insistió en la necesidad de esta reforma para afrontar las «enormes desigualdades en temas como la educación, la salud y el agua potable».
Agregó que la medida también busca combatir la evasión fiscal, que en Perú alcanza el 8 % del PIB, el triple de lo que el Estado gasta anualmente en salud o el doble del presupuesto público para educación, y hasta diez veces el gasto estatal en programas de protección social.
Por último, el ministro precisó que el tercer gran tema de la reforma es ampliar la base tributaria hasta 2,5 millones de nuevas personas o entidades y «simplificar el mecanismo para pequeñas empresas».
Francke reconoció que todavía no están definidos los ajustes en las tasas, pero aseveró que el 99,5 % de la población nacional no va a ver afectados sus ingresos y que tendrá «cuidado con mantener la competitividad de las empresas mineras».
Carla Samon Ros