Palenque (México), 27 nov (EFE).- Unas 400 viviendas fabricadas con innovadora arquitectura bioclimática que recicla viejos rieles y durmientes de ferrocarriles se entregarán en 2022 a familias que habitaban sobre el derecho de vía en el sur-sureste mexicano donde se construye el Tren Maya, expusieron a Efe funcionarios del Fondo de Fomento al Turismo (Fonatur) de México.
La vivienda prototipo, con una durabilidad estimada de 100 años, fue presentada en la ciudad de Palenque, en un proyecto a cargo de un equipo de arquitectos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con modernas prácticas y tecnologías estructurales, los especialistas reciclan, diseñan y realizan pruebas del innovador método constructivo que incluye adecuación cultural y elementos de sustentabilidad.
Para la directora de Desarrollo Urbano del Tren Maya, Carina Arvizu, la aportación de viviendas es la oportunidad de saldar una deuda histórica con cientos de familias humildes que durante décadas vivieron sin certeza jurídica patrimonial al pie de las vías.
«Hoy que les llega el tren obviamente tienen que salirse de sus casas y lo han aceptado muy contentos porque se ha hecho a través del diálogo y éste es el proceso al que estamos llegando del diseño», justificó.
En la primera fase proyectada se reubicarán 350 familias correspondientes al tramo 1 y 2 de las obras de construcción del Tren Maya que se desarrollan en los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.
La funcionaria manifestó que algunas viviendas ya fueron entregadas, otras se entregarán en las siguientes semanas, mientras que el total final se contemplan para el primer semestre de 2022.
La Comisión Nacional de Vivienda está a cargo de la construcción de las casas con un costo estimado en 750.000 pesos. (unos 34.350 dólares).
Mientras que el Instituto Nacional del Suelo Sustentable será quien les otorgue certeza jurídica.
DIFERENTES DISEÑOS
El director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Juan Ignacio del Cueto, señaló a Efe que existen 400 casas con diferentes tipos de diseños que responden a diversas características propias de cada región donde se levantaron rieles y durmientes del viejo ferrocarril.
«Lo que hay disponibles son 400.000 toneladas de rieles y 300.000 toneladas de durmientes de concreto. Cada vivienda lleva 16 toneladas y alcanzan para miles, para muchísimas», indicó.
Las propuestas incorporan elementos de la arquitectura de la región, como pórticos exteriores y techos inclinados y garantiza que todas las familias tengan una vivienda adecuada con los siete elementos que establece ONU Habitat: seguridad de la tenencia; disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura; habitabilidad; accesibilidad y adecuación cultural.
Por medio de talleres de diseño y entrevistas con las familias, el resultado final considera dos habitaciones (que permiten la posibilidad de utilizar camas o hamacas), un baño completo, cocina, comedor, estancia, pórtico exterior y un lugar de estacionamiento.
Una parte fundamental es la inclusión social, por ello las casas cuentan con elementos de diseño universal con accesibilidad para que todas las personas puedan usarlo sin importar edad o alguna discapacidad.
Cada vivienda tendrá alrededor de 80 metros cuadrados de construcción y 200 metros cuadrados de terreno. Estos prototipos están considerados para las localidades de Tenosique y Pénjamo, en Tabasco; y Candelaria y Escárcega, en Campeche.
En los estados de Chiapas, Tabasco y Campeche, Fonatur Tren Maya construirá aproximadamente 350 viviendas en los siguientes meses.
De éstas, alrededor de 250 se edifican utilizando este innovador sistema constructivo, para el cual se diseñaron dos prototipos de vivienda con el objetivo de adecuarse a las necesidades expresadas por las familias beneficiarias mediante entrevistas en las que expusieron sus necesidades.
El Tren Maya, que debería estar listo para finales de 2023, es un proyecto prioritario de López Obrador con una inversión de alrededor de 200.000 millones de pesos (unos 9.300 millones de dólares) para construir cerca de 1.554 kilómetros en los cincos estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
A finales de octubre, el director general de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, informó al Senado mexicano que el costo de la obra había crecido en 60.000 millones de pesos (unos 2.800 millones de dólares), hasta llegar a los 200.000 millones de pesos (unos 9.300 millones de dólares), debido al aumento de tramos de doble vía, su electrificación y a un mayor número de estaciones.