Buenos Aires, 16 dic (EFE).- El producto interno bruto (PIB) de Argentina se recuperó en el tercer trimestre del año, con el relajamiento de las restricciones de movilidad por la pandemia¿, al crecer el 4,1 % frente al trimestre previo y 11,9 % respecto al mismo período de 2020, cuando la economía nacional padeció un desplome.
De acuerdo con datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la subida del tercer trimestre supone una recuperación del traspié verificado en el segundo trimestre, cuando la economía cayó 0,9 %, mostrando todo el impacto de las restricciones sanitarias para hacer frente a la pandemia.
En tanto, Argentina registró en el tercer trimestre una recuperación interanual del 11,9 %, logrando así sumar tres trimestres consecutivos con crecimiento en el PIB en términos interanuales, y acumula en los primeros nueve meses del año una recuperación del 10,8 % respecto de igual período de 2020.
Esta mejora en el nivel de actividad viene precedida del desplome económico registrado en el conjunto de 2020, por los efectos de la covid-19 en la economía, que profundizó una recesión de tres años, con caídas del PIB del 2,6 % en 2018, del 2,1 % en 2019 y del 9,9 % en 2020.
Por sectores, en el tercer trimestre se destacaron las subidas anuales de actividad en otros servicios comunitarios, sociales y personales (81 %), hoteles y restaurantes (59,8 %), pesca (34,7 %) y construcción (25,2 %).
Entre los retrocesos respecto del año anterior, se observó agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-0,8 %), en tanto se mantuvo sin cambios la intermediación financiera.
CRECEN EXPORTACIONES, CAE INVERSION
El informe oficial indica que entre los componentes de la demanda agregada, las exportaciones de bienes y servicios encabezaron las recuperaciones, al crecer 7,3 % en el tercer trimestre respecto del segundo, le siguieron la suba del 3,4 % en el consumo público y del 2,8 % en el consumo privado.
Un reporte de la consultora ACM destaca el efecto sobre el consumo de los estímulos que aplicó el Gobierno antes de las elecciones legislativas del 14 de noviembre pasado, así como la reactivación de los sectores que sufrieron las restricciones decretadas por la administración de Alberto Fernández y el resguardo que implica la construcción en un contexto de restricciones cambiarias.
Pero el Indec agrega una caída del 1,2 % en la formación bruta de capital fijo en la demanda global, que fue acompañado de una suba en las importaciones de sólo 1,7 % por el lado de la oferta global.
«El único componente de la demanda que cayó entre el segundo y tercer trimestre fue la inversión, de la mano de crecimiento muy débil de las importaciones, señal de las trabas que el Gobierno puso en el mercado de cambios para preservar los dólares durante el tercer trimestre, y cómo tuvo correlato en materia de actividad», explicó a Efe el director de C&T Asesores Económicos Camilo Tiscornia.
Según ACM, Argentina «estaría recuperándose» en términos de nivel de producción de la crisis que supuso la pandemia, a pesar de la caída circunstancial del segundo trimestre asociado a las restricciones, y en «variaciones heterogéneas».
IMPACTO DE FMI EN 2022
La proyección para este año es que Argentina logrará crecer 10 %, según ratificó el ministro de Economía, Martín Guzmán, al defender este lunes el proyecto de Presupuesto 2022, un dato que los privados convalidan en el relevamiento de expectativas que realiza el Banco Central, al prever un 9,7 %, tras crecer 1,5 % en el último trimestre.
«Hoy la Argentina está viviendo un proceso de fuerte recuperación económica», dijo Guzmán y agregó que «la actividad económica está creciendo de una forma sólida».
Para 2022, Guzmán proyectó un crecimiento de 4 % en la misma presentación, pero los privados coinciden que ese pronóstico está abierto a la incertidumbre por el tipo de acuerdo que Argentina alcance en la renegociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de 43.300 millones de dólares.
El relevamiento de expectativas del Banco Central argentino señala que la economía argentina continuaría creciendo en 2022, pero un 2,5 % y en 2023, 2,1 %.
«Estadísticamente hay cosas que favorecen ese 4 %, pero si es un año de ajuste del déficit fiscal porque Argentina tiene cumplir con el FMI, tiene que subir las tasas de interés, aumentar las tarifas de servicios públicos, reducir salarios y consumo, ¿cuánto puede crecer? Es incierto», explicó Tiscornia, a lo que sumó la incertidumbre sobre un eventual salto cambiario.