Ciudad de Panamá, 23 dic (EFE).- Salir de las listas de países con deficiencias en la lucha contra el blanqueo y bajar el desempleo están entre los retos que enfrentará la economía de Panamá en 2022, cuando se espera que crezca entre un 5 % y un 7 %, afirmaron a Efe analistas locales.
Panamá, un país de 4,28 millones de habitantes, tiene una economía basada en los servicios. En 2020, la pandemia derrumbó el producto interno bruto (PIB) en un 17,9 %, sepultó la demanda interna y catapultó el desempleo hasta 18,5 %.
Este 2021 se espera que el PIB se expanda entre un 8 % y un 12 %, con respecto a 2020, gracias al buen desempeño del Canal de Panamá y de una gran mina de cobre, actividades estas vinculadas al sector externo.
Pero la economía interna va a otro ritmo, muchos más lento. Miles de comercio y empresas pequeñas y medianas siguen cerradas, la tasa de desempleo se situó en 11,3 % a octubre pasado y la informalidad en el 47,6 %.
El impacto de la pandemia en las finanzas públicas, con la baja de la recaudación, llevó al Estado a acudir a los mercados, lo que disparó la relación deuda/PIB hasta el 70 % actual desde el 46 % en que se situaban antes de la emergencia sanitaria.
LISTAS GRISES, UN «PELIGRO» PARA LA ECONOMÍA
La permanencia de Panamá en las listas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y de la Unión Europea (UE) por deficiencias en el combate al lavado de dinero es un «peligro» para la economía, coincidieron el decano electo de la facultad de Economía de la estatal Universidad de Panamá, Rolando Gordón, y el experto economista Felipe Argote.
«Las listas negras sí preocupan porque eso puede hacer que la inversión extranjera, que ya está caída y va a seguir caída a mi juicio, menos venga a Panamá», dijo Gordón.
La inversión extranjera directa (IED) se derrumbó un 86,4 % en 2020 y un 12,6 % en el primer semestre de este año, de acuerdo con los datos oficiales.
El Gobierno del presidente Laurentino Cortizo ha admitido que sacar a Panamá de las «listas discriminatorias» es un «reto importante», y ha resaltado que el país «tiene las normativas adecuadas» para hacerlo, pero que «es necesario una sinergia entre las autoridades y el sector privado para lograr el cumplimiento efectivo de las mismas».
«Hacemos las leyes pero no se cumplen, no cae nadie preso, sigue el desbarajuste (…) todas esas cosas pesan a nivel internacional. Nos miran mal y con mucha razón», dijo Gordón respecto a los casos de corrupción que suelen terminar en la impunidad en Panamá.
DESEMPLEO E INFORMALIDAD
Para Gordón, el «empleo es un problema fundamental» de la economía panameña, pues en 2020 la pandemia acabó con «el 35 % del empleo formal» y este «se va a reponer muy poco» en 2022 ya que lo que está creciendo «es el trabajo informal, que no paga impuestos directos».
El decano universitario sostuvo que hay que impulsar la recuperación de la pequeña y mediana empresa a través del otorgamiento de créditos blandos, que fueron prometidos pero nunca llegaron, para impulsar verdadero empleo.
Argote apuesta más a la construcción, que calificó como la única industria sólida que tiene Panamá y que genera empleos con buenos salarios que permiten al trabajador gastar en varios rubros, un consumo que prenderá el motor de la economía interna.
La puesta en marcha de proyectos públicos de infraestructura como un nuevo puerto en el lado Pacífico del Canal de Panamá o de un tren que llegue a la frontera con Costa Rica – ambos engavetados – además de generar empleos atraería inversión, destacó Argote.
«Panamá es un país rico repleto de pobres por falta de una planificación que permita repartir mejor la riqueza, afianzado una clase media que consuma y haga crecer la economía», agregó el experto.
EL CANAL DE PANAMÁ
Tanto Gordón como Argote recalcaron que este año el Canal de Panamá entregó al fisco un aporte histórico de 2.080 millones de dólares, y que se proyecta que en el 2022 la cifra supere los 2.400 millones de dólares.
Esos resultados consolidan a la vía interoceánica como un motor fundamental de la economía panameña, no solo por sus dividendos sino también por todas las actividades que se mueven a su alrededor.
El Canal fue construido por EE.UU., que lo administró hasta el 31 de diciembre de 1999, cuando lo transfirió a manos de Panamá. Desde entonces la vía ha entregado aportes al fisco por 20.722,5 millones de dólares, de acuerdo con los datos oficiales.
Giovanna Ferullo M.