Brasilia, 31 ene (EFE).- Brasil generó durante 2021 un total de 2,7 millones de empleos formales, una cifra que, según el Gobierno, es «una señal de recuperación» de la actividad económica tras el fuerte impacto de la pandemia, informaron este lunes fuentes oficiales.
El resultado, de acuerdo a los datos divulgados por el Ministerio de Trabajo, es notablemente superior al registrado en 2020, cuando comenzó la crisis sanitaria generada por el coronavirus y Brasil cerró el año con una pérdida de 191.502 empleos formales debido a la parálisis económica causada por la pandemia.
Según ese balance, al cierre del año pasado el país tenía un total de 41,2 millones personas con empleo formal.
La generación de empleos durante 2021 se dio sobre todo en el sector de servicios, con 1,2 millones de nuevas plazas, seguido por el comercio (643.754), la industria (475.141), la construcción civil (244.755) y la agricultura (140.027).
Aun así, el aumento registrado el año pasado es insuficiente para devolverle toda su vitalidad al mercado laboral de Brasil, que todavía registra una tasa de desempleo cercana al 12 %, lo cual supone que unas 12,5 millones de personas no tienen trabajo en el país.
Las estadísticas oficiales también dicen que unas 40 millones de personas trabajan pero lo hacen en una total informalidad, lo cual significa que no tienen acceso a los beneficios laborales y carecen de ingresos fijos, que en la mayoría de esos casos son inferiores al salario mínimo, hoy de 1.212 reales (220 dólares).
De acuerdo al Ministerio de Trabajo, el número de empleos creado a lo largo de 2021 alcanzó los 2,7 millones a pesar de que, durante el diciembre, se perdieron 191.455 plazas formales de trabajo, lo cual interrumpió una racha de mayor oferta que se había mantenido desde enero del año pasado.
El ministro de Trabajo, Onyx Lorenzoni, celebró el resultado anual como «una señal de recuperación» de la economía y la actividad productiva y dijo que la pérdida de plazas registrada en diciembre era «esperada», ya que se trataba de empleos temporales generados sobre todo en el comercio por las fiestas de fin de año.
No obstante, el número de empleos perdidos en el último mes de 2021 fue mayor que el previsto por los analistas económicos, que esperaban la desaparición de unas 150.000 plazas.
Los datos del Ministerio de Trabajo también reflejan un cierto deterioro del mercado laboral, pues el salario promedio de admisión de un empleado en una plaza formal fue en 2021 de 1.793 reales (326 dólares), lo cual representa una caída de casi el 10 % en relación a la media registrada en 2020.
En términos de ingresos reales, esa reducción se agrava debido a la creciente inflación, que cerró 2021 situada en un 10,06 %, frente al 4,52 % que había alcanzado en 2020.
Para 2022, las perspectivas no son muy alentadoras y el mercado financiero, según un informe divulgado este mismo lunes por el Banco Central, proyecta una ligera mejora, pero con inflación del 5,38 %, superior al 3,5 % previsto por el Gobierno, aunque con una variación de 1,5 puntos porcentuales que eleva el máximo esperado en un 5 %.
El mismo informe del Banco Central indica que el mercado espera para 2022 un crecimiento económico del 0,3 %, muy distante del 2,1 % que hasta ahora pronostica el Gobierno.
De confirmarse las previsiones del mercado financiero, supondrían otro tropiezo tras el 4 % de expansión que se calcula para 2021 y la caída del 3,9 % registrada en 2020, que fue atribuida sobre todo a la pandemia de covid.
La crisis sanitaria aún no ha sido superada en Brasil, país en el que la pandemia ya ha causado la muerte de más de 626.000 personas y que está en medio de una nueva ola causada por la variante ómicron, que ha elevado el número de casos diarios y aumentado el ausentismo laboral en todos los sectores de la economía.
