Buenos Aires, 8 feb (EFE).- La actividad industrial de Argentina logró en 2021 un crecimiento del 15,8 %, mientras que la construcción consiguió recuperarse un 30,8 %, poniendo así fin a un ciclo de tres años de caídas en ambos sectores económicos golpeados por la recesión y la pandemia en el país suramericano.
Según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en diciembre último la industria avanzó un 0,6 % en relación a noviembre y registró un alza interanual del 10,1 %.
Las ramas industriales de peso que registraron mayor recuperación en 2021 fueron las de prendas de vestir, cuero y calzado (57,1 %), la industria automotriz (50 %), la fabricación de maquinaria y equipos (36,4 %), la siderurgia (31,2 %) y la producción de cemento y materiales para la construcción (27,4 %).
También tuvieron un muy buen desempeño la producción textil (25,3 %), el refino de petróleo (13,3 %), la industria química (7 %) y la elaboración de alimentos y bebidas (5,6 %).
«Los datos confirman que la recuperación de 2021 fue realmente muy importante y superior a todas las expectativas», destacó el ministro de Desarrollo Productivo de Argentina, Matías Kulfas, a través de Twitter.
La industria local había caído el 5 % en 2018 y el 6,4 % en 2019, pero a partir de la irrupción de la pandemia la depresión de la actividad se había profundizado hasta el 7,6 % en 2020.
LA CONSTRUCCIÓN TAMBIÉN CRECIÓ
El Indec también dio a conocer este martes datos sobre la actividad de la construcción en Argentina, que, de acuerdo al informe oficial, logró en 2021 una recuperación del 30,8 %.
Este repunte también pone fin a un ciclo de pésimo desempeño en este sector: Tras un 2018 con un avance prácticamente nulo del 0,8 %, la actividad de la construcción había caído 7,9 % en 2019 y 19,5 % en 2020.
Según datos oficiales, la actividad de la construcción cerró 2021 en un nivel 26,5 % superior al de febrero de 2020, justo antes de la llegada de la pandemia a Argentina.
De acuerdo con un informe del Grupo Construya, que reúne a empresas productoras y comercializadoras de materiales para la construcción, las ventas de estos productos acumularon en 2021 una subida del 27,2 %, con despachos cercanos a los niveles récord de 2015.
«Luego de tres años consecutivos de caída, el rebote inicial se debió a la reapertura postcuarentena y la consolidación posterior de los despachos se explicó porque la construcción es el refugio de valor más elegido frente al proceso inflacionario en marcha», explicó el Grupo Construya en un informe.
PERSPECTIVAS MODERADAS
Si bien para el ministro Kulfas, 2022 será un año de «continuidad de la fortísima recuperación» industrial de 2021, entre consultores privados las perspectivas de crecimiento en este año para ambos sectores económicos son moderadas.
Según un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), sobre la industria argentina gravitan muchos factores que condicionan su desempeño, como los problemas cambiarios y de acceso a divisas, los ingresos reales de la población «desafiados» por la alta inflación en el país y una expectativa de crecimiento «nulo o negativo» en Brasil, el principal socio comercial de Argentina.
«Todo lo anterior permite anticipar un desempeño magro de la industria respecto al observado en 2021, con restricciones que se ciñen, oportunidades y ventajas que ya no se encontrarán disponibles, junto con nuevos desafíos relacionados con la búsqueda de una mayor inserción exportadora de la industria», observó FIEL.
En tanto, según un informe de la consultora privada LCG, un mayor ritmo de devaluación del peso argentino y una parcial reducción de los estímulos fiscales «podría enfriar» el crecimiento del sector de la construcción.
No obstante, según la consultora, el factor cambiario «continuará siendo el principal incentivo a volcar recursos» en esta actividad, por lo que se proyecta para este año «un crecimiento positivo, aunque más tenue en virtud de la coyuntura económica y de bases de comparación ya normalizadas».
Natalia Kidd