Lima, 18 feb (EFE).- Las autoridades ambientales de Perú ampliaron en diez días la autorización para que se realicen operaciones de carga y descarga de petróleo en la refinería La Pampilla, desde donde el pasado 15 de enero se produjo un derrame de hidrocarburos en las costas de Lima y el Callao.
La decisión fue comunicada este viernes por la presidenta del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Miriam Alegría, durante una rueda de prensa en la que participó junto con el ministro del Ambiente, Modesto Montoya.
El ministro agregó que actualmente Repsol está realizando sus tareas de carga y descarga de hidrocarburos «controladas por las autoridades competentes».
Montoya también dijo que el Ministerio de Ambiente (Minam) «está presente y activo» en las tareas de limpieza de las playas contaminadas por el derrame de petróleo.
Las autoridades de Perú ya autorizaron el pasado 4 de febrero que se retomen durante diez días las actividades de La Pampilla, que fueron suspendidas después de que el 15 de enero se produjese el derrame al mar de al menos 10.396 barriles de crudo.
Esa paralización contempló los cuatro terminales marítimos que tiene La Pampilla para abastecerse de crudo, incluida la moderna monoboya instalada en 2019, la primera de su tipo en el país.
Fue en el terminal número 2 de ese tipo donde se produjo el accidente que causó la catástrofe medioambiental que afectó playas de Lima y el Callao al soltarse o desprenderse presuntamente la plataforma de colectores, en coincidencia con un nivel inusitado del mar a causa del tsunami generado por la erupción volcánica en Tonga.
Cuando autorizó el reinicio temporal de operaciones en la refinería, el OEFA detalló que la medida se tomó «con la finalidad de garantizar el abastecimiento de petróleo crudo, Turbo A1 e IFO/Diesel Marino/Bunker» en el país.
La decisión fue anunciada, además, después de que las embajadas de Francia y Países Bajos manifestaran al Gobierno de Perú su preocupación sobre el abastecimiento de combustible para sus aerolíneas Air France y KLM, a raíz del corte de suministro dictado tras el derrame de crudo.
Repsol, por su parte, afirmó que iba colaborar con las autoridades para reabrir «lo antes posible» las actividades en La Pampilla, que abastece el 40 % del mercado nacional de combustibles y es la de mayor volumen del país, al procesar diariamente unos 120.000 barriles de crudo.
La empresa agregó este viernes que está comprometida a largo plazo en la recuperación de las áreas y poblaciones afectadas por el derrame de 10.400 barriles de petróleo, que afectó a 106 kilómetros cuadrados del litoral peruano.
Señaló que las tareas de limpieza ya han avanzado hasta el 79 %, con el agua limpia en casi su totalidad, y que las playas estarán a finales de este mes, mientras que las tareas concluirán a finales de marzo en las áreas de difícil acceso.
Alegría indicó, al respecto, que el OEFA tendrá «en dos semanas… información para mostrar, en porcentaje, sobre el nivel de limpieza superficial de playas y, posteriormente, el resultado del muestreo que venimos haciendo en paralelo».
Sostuvo que la información reportada por la empresa sobre los avances en la limpieza del mar es «procesada» actualmente por el organismo que preside y «como autoridad fiscalizadora» están «haciendo la propia verificación en campo».
«La identificación y limpieza de zonas afectadas, y recuperación y contención del hidrocarburo en el mar son las tres medidas que hemos verificado que la empresa no ha cumplido y, por esa razón, hemos iniciado las acciones legales correspondientes», dijo.
Repsol informó este viernes que ya pagó las multas impuestas por el OEFA en un primer momento, por un total de 1,38 millones de soles (unos 372.000 dólares), por el incumplimiento en la identificación de zonas afectadas por el derrame, limpieza y contención y recuperación de hidrocarburos.